Tras la cancelación de una parte de la deuda contraída por el gobierno anterior por 68 millones de dólares del Ministerio de Salud Pública con proveedores de medicamentos e insumos se tendrá mayor accesibilidad presupuestaria para mejorar la calidad de los servicios a los usuarios, destacó el director de Finanzas, Víctor Bernal. En febrero se prevé que se finiquite el remanente de 270 millones dólares a las farmacéuticas.
“Creemos que esta es una medida muy importante que va a permitir a los proveedores un alivio económico muy importante. Y también nos va a permitir desde la cartera de Salud tener una mayor disponibilidad presupuestaria en este ejercicio 2024 para poder hacer frente a todas las demandas en materia de mejoramiento de la calidad del acceso a la salud”, indicó Bernal, ayer miércoles, en el programa “Arriba hoy”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
El funcionario de Salud Pública aclaró que la cuenta no incluye pagos por servicios prestados por sanatorios privados durante la pandemia del coronavirus. “Eso va a tener un tratamiento diferente y lo discutiremos más adelante con el Ministerio de Economía. Aquí solamente estamos hablando de deudas en materia de insumos y medicamentos heredadas de la administración anterior”, dijo Bernal. Aseguró que los pagos fueron autorizados tras una auditoría que estuvo liderada por la unidad especial del Poder Ejecutivo y la Contraloría General de la República (CGR).
GESTIÓN ACTUAL
En cuanto a la gestión actual, el administrador de Salud Pública destacó que se logró abaratar costos en las primeras compras hechas en el nuevo gobierno. “Se da en el marco de esta nueva línea de gobierno orientada a mejorar la calidad del gasto. En ese sentido, desde el equipo que integra el área financiera y adquisiciones se construyeron nuevos precios referenciales tomando como referencia las orientaciones de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas”, describió.
Las compras se concretan priorizando la mejor calidad al mejor precio posible tras una revisión de 11 procesos licitatorios y se logró el abaratamiento de costos mediante la elaboración de una nueva estructura de precios. En la primera adquisición ahorraron aproximadamente 90 millones de dólares que serán reasignados para cubrir necesidades en áreas críticas como cobertura de hemodiálisis, combustible para ambulancias y mejoramiento de la infraestructura en los hospitales.