En el pabellón B de la cárcel de Emboscada se desató un intento de motín por parte de internos de una de las agrupaciones criminales. Esta información fue confirmada por el director de Establecimientos Penitenciarios, Rubén Peña, quien señaló que inicialmente fue una quema de colchones, lo cual generó la puesta en marcha del protocolo para este tipo de conflictos.
De acuerdo a los primeros reportes, las autoridades convocaron a las fuerzas que normalmente ofrecen apoyo a los guardiacárceles que están en el penal. El mes pasado en Emboscada ya se tuvo un conflicto similar, cuando 19 reos, entre los que se encontraba el pastor José Insfrán, hermano de Tío Rico, iniciaron una huelga que, afirmaron, era de hambre. Sin embargo, al cuarto día se desactivó.
Los mismos habían reclamado por la reinstauración de las visitas íntimas en las privadas, que se habían cancelado como medida complementaria al nuevo régimen que imperará en las penitenciarías de máxima seguridad. Los movimientos con tendencia al motín estaban dentro de las posibilidades, teniendo en cuenta el endurecimiento de las condiciones en que, después del operativo Veneratio, resolvieron aplicar para evitar el fortalecimiento de clanes, como los que convirtieron al penal de Tacumbú en prácticamente una “oficina” de criminales, desde donde partían órdenes de asaltos, extorsiones e incluso sicariatos.