Ante el fallecimiento de los padres, muchos niños que­dan completamente des­protegidos porque no tie­nen parientes ni familiares cercanos. Además, se desco­noce cuál debe ser el proto­colo a seguir y poco se sabe o conoce cómo hacer para que un adulto pueda quedarse con ellos, ante la falta de sus tuto­res legales.

El viceministro de la Niñez, Eduardo Escobar, en con­versación con el programa “Arriba hoy”, emitido por GEN y Universo 970 AM/Nación Media, explicó que en Paraguay es muy común ver que los niños vivan solo con la madre. El problema surge cuando al fallecer esta, la familia más cercana se niega a hacerse cargo de los meno­res, por lo que se deben de pre­ver otras medidas.

Explicó que enmarcados en la ley, existe un protocolo, el cual debe de cumplirse de la mano de la Defensoría Pública de la Niñez, que es la primera institución que debe intervenir y hacerse cargo de que se cumplan los procesos para asegurar el bienestar del o los menores huérfanos.

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Detalló que cuando fallece la madre o los padres de un niño o adolescente y la familia nuclear, es decir, el hermano mayor o el padre no pueden hacerse cargo, se plantea la custodia hacia el entorno cer­cano. Estos serían los abuelos, tíos o primos mayores. Si ellos tampoco pueden hacerse responsables, se busca un entorno afectivo ampliado, como son las terceras perso­nas, no parientes, pero que son cercanos a los niños.

En el caso de que no se pueda dar con un entorno cercano, con el entorno afectivo cer­cano, se busca una familia acogedora que se encuen­tre familiarizada con el pro­ceso de acogida impuesto por el Ministerio de la Niñez. Si nuevamente esta no es una opción, se buscan los hoga­res de abrigo donde puedan ser ubicados los niños y ado­lescentes.

PROCESO DEBE EJECUTARSE RÁPIDO

Escobar explicó que el pro­ceso en estos casos debe ser ejecutado por el defensor público lo más rápido posi­ble, de manera que los niños y adolescentes no se vean expuestos por mucho tiempo al desarraigo de su hogar, ya que deben lidiar también con la pérdida.

“En muchos casos el entorno afectivo cercano no cuenta con los recursos económicos para mantener a los chicos, por lo que desde el Ministe­rio de la Niñez hemos abierto una línea de apoyo para la pre­vención de la separación. A partir de este año, nosotros tenemos un apoyo económico para esas familias ampliadas o entornos afectivos cerca­nos”, indicó el viceministro Escobar.

Remarcó que en muchos casos este apoyo económico ayuda a que los niños y ado­lescentes se mantengan en un entorno ya conocido y con personas con las que se sien­tan cómodos, pero de igual manera existe un protocolo que se sigue en pos de la trans­parencia y la seguridad de los menores.

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