El abogado Fabián Ramírez, representante legal de la hija de Rodrigo Quintana, señaló que ellos nunca se dieron cuenta que la escopeta del suboficial Arnaldo Andrés Báez no fue examinada de manera minuciosa y no haya sido levantada como evidencia de la escena del crimen.
De acuerdo con los datos, el suboficial Báez también estuvo con los uniformados que dispararon durante la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril del 2017 en la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). El abogado Ramírez lamentó que nadie se haya percatado del “cambio de escopeta”.
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“Nunca nos dimos cuenta que la escopeta fue cambiada. Siempre fue cuestionado que la escopeta haya desaparecido y tuvo una ventaja de dos días para ser limpiada y peritada. Ahora nos enteramos que es otra escopeta, eso cambia totalmente el escenario”, señaló el jurista en comunicación con Universo 970 AM.
Sostuvo que el policía Juan Garcete, custodio del diputado liberal Eusebio Alvarenga en aquel entonces, habría sido el que cambió la escopeta y luego entregó la “nueva” sin acta de recepción de una evidencia, que es lo establecido para estos casos. Báez tenía una escopeta Maverick calibre 12 durante la noche del 31 de marzo y la madrugada de 1 de abril, pero en el informe remitido por Criminalística figura una de la marca Taurus con culote.
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La defensa de la hija de Rodrigo Quintana indicó que nunca se imaginaron que el policía Juan Garcete, en aquel entonces, custodio del diputado del Partido Liberal Eusebio Alvarenga, e incluso aparece en el video del circuito cerrado queriendo ocultar o alterar evidencias de la escena del crimen, haya actuado de la manera en que lo hizo.
“La escopeta de Báez tuvo una ventaja de dos días para ser limpiada y entregarse para ser peritada y no hay acta de recepción, esto apareció de manera camuflada. Esto fue para blanquear a Báez, porque aunque se le ve disparando frente al PLRA, su escopeta da resultado negativo a todas las pruebas y pericias porque se cambió. Necesitamos que se asignen a fiscales distintos de los que tenemos en la causa porque esta gente que estuvo al frente nos llevó a la nada”, agregó Ramírez.
La escopeta del suboficial Arnaldo Andrés Báez, que había utilizado aquella madrugada del 1 de abril del 2017, nunca fue examinada de manera minuciosa y no figura entre las evidencias levantadas por Criminalística de la Policía, remitidas luego al Ministerio Público.
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En cuanto a la escopeta que tenía en su poder aquella noche del 31 de marzo y madrugada del 1 de abril del 2017, una Maverick calibre 12, primeramente Báez ingresa al local junto con los suboficiales Gustavo Florentín y Jorge Ramírez, se lo ve reducir a los adherentes del PLRA en el pasillo, para posteriormente dirigirse hacia el estacionamiento, donde le dejan solo. Cuando iba a regresar a la calle, una turba lo rodea y fue ahí que entregó su arma al suboficial mayor Juan Garcete, en ese momento custodio del diputado liberal Eusebio Alvarenga.