El jefe de Cooperación de la Unión Europea (UE), Matteo Sirtori, explicó que el acuerdo que se busca promover entre el bloque y Paraguay se basa en principios de exportación de productos paraguayos, que cuenten con el requisito de la sostenibilidad. Más allá de esto, aclaró que no existe ni existirá ningún condicionamiento y que la iniciativa, ya aprobada, busca implementarse y adaptarse a las leyes de cada país.
“El sector público está muy alineado con todo lo referente a principios de sostenibilidad, con el objetivo de posicionar a Paraguay como un país sostenible para acceder a nuevos mercados. Entonces, estamos impulsando diferentes mesas de trabajo entre el sector público y el privado para responder a cada una de las dudas existentes”, declaró Sirtori a la 1020 AM.
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El representante manifestó que el acuerdo habitualmente se confunde con el tratado que se busca desarrollar con el Mercado Común del Sur (Mercosur) que, a diferencia del que plantea materializar con Paraguay, corresponde a un acuerdo comercial, político y de cooperación entre ambos bloques.
Sin embargo, la negociación que se pretende desarrollar con Paraguay consiste en la aplicación del reglamento 1115, una ley medioambiental de la UE que establece una serie de criterios para exportar a los países que componen dicho bloque algunas materias primas que causan deforestación. Para ello, los productos deben contar con la garantía de sostenibilidad.
“Queremos decirle a Paraguay con esta cooperación, hay un apoyo técnico y financiero para apoyar el o los sistemas de trazabilidad que el país considere oportuno, esa es una decisión soberana de Paraguay. En esta cooperación nunca hubo y nunca habrá condicionamiento; las cooperaciones siempre se basan en decisiones soberanas del país”, remarcó Sirtori.
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Esperan ratificación de acuerdo comercial que libera aranceles entre el Mercosur y la UE
La Asociación Rural del Paraguay (ARP), informó que la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), dio su apoyo a la pronta ratificación del Acuerdo Comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), tras el envío formal de la propuesta por parte de la Comisión Europea al Consejo y al Parlamento de la UE.
Con base en la lista de productos ofrecidos en la negociación entre los bloques, el 95 % del mercado de la UE quedaría libre de aranceles para exportaciones del Mercosur al final del período de desgravaciones. “Lo que podría ampliar significativamente las exportaciones agropecuarias, con especial destaque para carnes, frutas, café, etanol, entre otros productos”, explicaron.
Además, señalaron que tras más de dos décadas de negociaciones, el acuerdo representa un paso histórico para el sector agropecuario y para la economía regional, al abrir mercados, reducir barreras comerciales y fortalecer la competitividad del sector agrícola y ganadero.
Una vez ratificado por la Unión Europea y por cualquier país del Mercosur sus disposiciones entrarían en vigor bilateralmente, permitiendo que los beneficios comerciales se apliquen de forma inmediata entre los países que aprueben el tratado.
“La eliminación gradual de aranceles y la ampliación de cuotas preferenciales beneficiarán directamente a los productores rurales, con impactos positivos en la producción, el empleo y la renta en el campo”, agregaron.
Según la Farm, las ganancias comerciales y el acuerdo fortalecerán la integración regional, incentivado prácticas agrícolas sostenibles, promoviendo el desarrollo responsable y consolidando al Mercosur como actor estratégico en el escenario internacional.
De lograrse tal paso decisivo en las relaciones comerciales de ambos bloques, añadieron que será una “reivindicación a la importancia de un comercio internacional con reglas claras y previsibles en un marco institucional que lo legitime“.
Instaron a una ratificación rápida, ya que permitirá al bloque maximizar los beneficios económicos, sociales y ambientales, garantizando que el Mercosur mantenga su posición como el mayor exportador neto de alimentos del mundo, con productos de calidad, competitivos y sostenibles.
De esta manera los países del bloque, incluido Paraguay, podrán vender con menos restricciones productos como carne, azúcar, miel y soja al viejo continente. Al cierre del 2024, la UE tuvo una participación del 5,9 % en el comercio total del Paraguay. Las exportaciones representaron el 4 % de los envíos, mientras que las importaciones representaron el 7,2 % delas importaciones totales.
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ARP: “Tener a Europa como destino otorga prestigio”
Europa representa menos del 2 % de las exportaciones de carne bovina paraguaya, sin embargo, su peso simbólico y estratégico es incuestionable. Así lo expresó Martín Filártiga, secretario general de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), al señalar que este destino “paga muy bien y otorga estatus”.
Para los ganaderos, contar con la exigente Unión Europea (UE) como cliente abre otras puertas internacionales, como Estados Unidos y Canadá, que ven en ese sello un aval de calidad y trazabilidad.
El directivo recordó a la 800 AM que el ingreso de la carne paraguaya al mercado europeo está condicionado hoy por la Reglamentación 1115 de la UE, que establece estrictos requisitos sanitarios y de trazabilidad para los países proveedores.
Estas normas apuntan a garantizar al consumidor europeo que la carne que llega a su mesa proviene de animales identificados, controlados y libres de enfermedades, con un historial verificable de producción.
En Paraguay, el cumplimiento de estas exigencias se gestiona a través del Sistema de Trazabilidad del Paraguay (SITRAP), creado por la Ley 971/2013. Este sistema permite seguir a cada animal desde su nacimiento en el campo hasta su faena en los frigoríficos habilitados.
“La carne que va a Europa debe ser trazada. Lo gestionamos con el SITRAP. No es Bruselas la que controla acá, son los importadores europeos”, aclaró Martín Filártiga. Para el gremio, el trazado no solo asegura el cumplimiento de estándares internacionales, sino que también fortalece la reputación del país como proveedor confiable.
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Mercosur-UE
En este contexto, el acuerdo de libre comercio Mercosur-Unión Europea, aún en fase de negociación, cobra una relevancia especial. Su concreción implicaría mayores cuotas de exportación y condiciones más competitivas para la carne paraguaya, con posibilidades de acceder a un mercado de más de 400 millones de consumidores.
Para el sector productivo, el desafío pasa por sostener estándares de trazabilidad y calidad que permitan aprovechar plenamente ese escenario. Como indicó Filártiga, más allá de los números, “tener a Europa como destino otorga prestigio”, y en un negocio global como el cárnico, la reputación puede marcar la diferencia.
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La Comisión Europea validó el acuerdo con el Mercosur
La Comisión Europea puso en marcha ayer miércoles el proceso de ratificación del acuerdo comercial con los países del Mercosur, que enfrenta la reticencia de Francia y tendrá que ser aprobado por los 27 países del bloque y el Parlamento Europeo. El ejecutivo europeo validó el acuerdo comercial con el bloque sudamericano y prometió garantías “sólidas” para proteger el sector agrícola, muy crítico con el pacto.
La adopción por parte de los comisarios europeos es el primer paso antes de someter este tratado de libre comercio a los Estados miembros y a los eurodiputados en los próximos meses. Según una fuente europea, Bruselas quiere actuar con rapidez y espera alcanzar un acuerdo con los Veintisiete antes de que termine 2025, mientras el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ocupe la presidencia rotatoria del Mercosur.
Este acuerdo debe permitir entre otros que la Unión Europea exporte más automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. A cambio, facilitaría la entrada de carne, azúcar, arroz, miel o soja latinoamericanos, con el riesgo de debilitar algunos sectores agrícolas europeos.
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El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Mario Lubetkin, recibió con “alegría” la noticia, afirmando que este acuerdo es el “más importante en absoluto del Mercosur pensando en los próximos 5, 10, 15 o 20 años”. Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, “se trata de un acuerdo beneficioso para todas las partes, con ventajas significativas para los consumidores y las empresas” de ambos continentes.
Sin embargo, desde que concluyeron las negociaciones en diciembre, los sindicatos de agricultores europeos se han mostrado muy críticos. Dos sindicatos agrícolas de Francia, FNSEA y JA, aseguraron este miércoles que el acuerdo sigue siendo “tóxico” y pidieron al presidente Emmanuel Macron “expresar públicamente su clara oposición a este acuerdo”.
Francia ha reiterado desde hace años su oposición a ese proyecto de tratado, que considera una amenaza para su producción de reses, aves, azúcar y biocombustibles, al tiempo que reclama medidas suplementarias de protección. El proceso de ratificación coincide con la tormenta política en Francia, donde el gobierno podría caer el lunes si el primer ministro, François Bayrou, no supera una moción de confianza.
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“Traición”
Para tranquilizar a Francia, Bruselas promete completar el acuerdo con un “texto jurídico” que refuerce las medidas de salvaguardia para “los productos europeos sensibles”. El ejecutivo europeo se comprometería a intervenir en caso de que el acuerdo tuviera repercusiones negativas en determinados sectores, como el de la carne de vacuno, el azúcar y los biocombustibles.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, afirmó haber “escuchado atentamente” a los agricultores y a los Estados miembros. “Establecimos garantías aún más sólidas y jurídicamente vinculantes, para tranquilizarlos”, escribió en la red social X.
Italia acogió “con satisfacción” la inclusión de estas salvaguardias" y dijo que evaluará su eficacia y " la posibilidad de apoyar o no la aprobación definitiva del acuerdo". Francia por su parte estimó que la Comisión escuchó sus reservas, pero advirtió que ahora analizará que sus reclamos están bien incluidos y que sean jurídicamente viables.
En la oposición francesa, el partido de ultraderecha Agrupación Nacional (RN) ya denuncia una “traición” de Macron en caso de que haya un cambio de postura y el partido de extrema izquierda LFI criticó una “capitulación”. En el Parlamento Europeo, estos partidos anunciaron por separado su intención de presentar una moción de censura contra Ursula von der Leyen, con posibilidades de éxito prácticamente nulas.
El acuerdo con el Mercosur cuenta con numerosos partidarios en Europa, como Alemania, que busca nuevos mercados para sus empresas, especialmente desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la imposición de aranceles a los productos europeos que entran en Estados Unidos. Este acuerdo es una “excelente oportunidad” para la competitividad europea, se felicitó el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Según Bruselas, el acuerdo con el Mercosur permitiría a los exportadores europeos ahorrar más de 4.000 millones de euros (4.600 millones de dólares) en aranceles al año en Latinoamérica. El acuerdo tiene dos partes, una política y otra comercial, y Francia no puede bloquear únicamente la parte comercial. Si quisiera bloquear la ratificación, debería reunir una “minoría de bloqueo”, es decir, al menos cuatro Estados que representen como mínimo un 35 % de la población de la Unión Europea.
Fuente: AFP.
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Inicia el proceso de ratificación del acuerdo UE-Mercosur
La Comisión Europea pone en marcha este miércoles el proceso de ratificación del acuerdo comercial con los países del Mercosur, que enfrenta la reticencia de Francia y tendrá que ser aprobado por los 27 países del bloque y el Parlamento Europeo. La adopción por parte de los comisarios europeos es el primer paso antes de someter este tratado de libre comercio a los Estados miembros y a los eurodiputados en los próximos meses.
El proceso de ratificación coincide con la tormenta política en Francia, donde el gobierno podría caer el próximo lunes si el primer ministro, François Bayrou, no supera una moción de confianza. Según una fuente europea, Bruselas quiere actuar con rapidez y espera alcanzar un acuerdo con los Veintisiete antes de que termine 2025, mientras el presidente brasileño Lula ocupe la presidencia rotatoria del Mercosur.
Este acuerdo debe permitir entre otros que la Unión Europea exporte más automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. A cambio, facilitaría la entrada de carne, azúcar, arroz, miel o soja latinoamericanos, con el riesgo de debilitar algunos sectores agrícolas europeos.
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Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, “se trata de un acuerdo beneficioso para todas las partes, con ventajas significativas para los consumidores y las empresas” de ambos continentes. Sin embargo, desde que concluyeron las negociaciones el pasado mes de diciembre, los sindicatos de agricultores europeos se han mostrado muy críticos.
“La lucha continúa”, advirtió el lunes el principal sindicato agrícola francés (FNSEA), en un llamamiento al presidente Emmanuel Macron. Francia ha reiterado desde hace años su oposición a ese proyecto de tratado, que considera una amenaza para su producción de reses, aves, azúcar y biocombustibles, al tiempo que reclama medidas suplementarias de protección.
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“Traición”
Para tranquilizar al gobierno francés, la Comisión podría anunciar el miércoles un agregado al tratado que refuerce las cláusulas de salvaguardia para los “productos agrícolas sensibles”. El ejecutivo europeo se comprometería a intervenir en caso de que el acuerdo tuviera repercusiones negativas en determinados sectores, según una fuente europea.
Desde el punto de vista jurídico, este añadido no requiere una renegociación con los países del Mercosur, pero los europeos tendrán que explicar a sus socios latinoamericanos por qué procedieron así. Sin embargo, la modificación podría no ser suficiente para Francia, que todavía no ha reaccionado oficialmente. La extrema derecha francesa, en la oposición, denuncia la “traición” de Macron si cambia de postura, mientras que la extrema izquierda llama a la “movilización general” contra el tratado. que considera una “imposición”.
Sin embargo, el acuerdo con el Mercosur cuenta con numerosos partidarios en Europa, como Alemania, que busca nuevos mercados para sus empresas, especialmente desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la imposición de aranceles a los productos europeos que entran en Estados Unidos.
Según Bruselas, el acuerdo con el Mercosur permitiría a los exportadores europeos ahorrar más de 4.000 millones de euros (4.600 millones de dólares) en aranceles al año en Latinoamérica. El acuerdo tiene dos partes, una política y otra comercial, y Francia no puede bloquear únicamente la parte comercial. Si quisiera bloquear la ratificación, debería reunir una “minoría de bloqueo”, es decir, al menos cuatro Estados que representen al menos 35 % de la población de la Unión Europea.
Fuente: AFP.