Legisladores de la Cámara Baja solicitan informes sobre la delimitación de límites entre los distritos Yabebyry, Misiones, y los municipios de Laureles y Cerrito, del departamento de Ñeembucú. Foto: Gentileza
Diputados pide informe sobre límites entre Ñeembucú y Misiones
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La Cámara de Diputados aprobó esta semana dos proyectos de resolución que piden informes al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y a la Dirección del Servicio Geográfico Militar (Disergemil), sobre la demarcación de límites entre los departamentos de Misiones y Ñeembucú.
El pedido fue promovido por los diputados Carlos Arrechea (ANR-Misiones) y Arnaldo Valdez (PLRA-Misiones). La Cámara de Diputados logró el acompañamiento del plenario en la última sesión extraordinaria. El objetivo es investigar los límites reales entre ambos departamentos de manera a dirimir el conflicto que existe entre los municipios de Yabebyry, Misiones, y los municipios de Laureles y Cerrito, del departamento de Ñeembucú.
De acuerdo al documento aprobado, se solicita al Ministerio de Economía y Finanzas, específicamente a la Dirección General del Servicio Nacional de Catastro, remitir los antecedentes históricos de los últimos 12 años con relación a los límites distritales de los municipios de Yabebyry, Laureles y Cerrito.
A su vez, piden que sean remitidos los planos actualizados de los mencionados distritos, con sus correspondientes coordenadas georreferenciales y detalles de los instrumentos jurídicos que certifican y aprueban la delimitación departamental entre los departamentos de Misiones y Ñeembucú. Asimismo, requieren los datos específicos de los instrumentos jurídicos que certifican y aprueban la delimitación distrital entre los citados municipios.
El otro proyecto de resolución aprobado requiere a la Dirección del Servicio Geográfico Militar la remisión de instrumentos jurídicos que certifican y aprueban la carta topográfica de los límites departamentales de los departamentos de Misiones y Ñeembucú. Además, solicita remitir la carta topográfica actualizada de los departamentos de Misiones y Ñeembucú. Se establece un plazo de quince días para la contestación de los documentos solicitados.
La comisión especial tendrá el objetivo de garantizar la correcta ejecución de los proyectos de dragado y mantenimiento de los ríos Paraná y Paraguay. Foto: Archivo
Crean comisión especial de supervisión y acompañamiento de proyectos de dragado
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La comisión especial de control, auditoría, supervisión y acompañamiento de los proyectos de dragado y mantenimiento de los ríos Paraguay y Paraná fue aprobada por la Cámara de Diputados. Tras su creación se deber realizar la conformación de la misma, que debe ser integrada por 7 diputados, quienes deben ser designados por las diferentes bancadas políticas de la Cámara Baja.
Esta comisión debe iniciar funciones de manera inmediata, garantizando el seguimiento constante y efectivo de las actividades relacionadas con el dragado de los ríos, una vez confirmada. Además, se establece un plazo de 180 días corridos para que la comisión especial eleve el informe conclusivo pertinente a la Cámara Baja.
El objetivo de este bloque será garantizar la correcta ejecución de los proyectos de dragado y mantenimiento de los ríos Paraná y Paraguay, así como el cumplimiento de las normativas vigentes. Tendrá como atribución supervisar y auditar los proyectos de dragado y mantenimiento de los ríos Paraguay y Paraná, recoger y analizar denuncias y reclamos relacionados con su ejecución, entre otras.
“El dragado y mantenimiento adecuado de estas vías fluviales son fundamentales para evitar perjuicios económicos que pueden ascender a millones de dólares, así como para garantizar la competitividad de nuestros productos en los mercados internacionales”, indica el documento impulsado por el diputado Carlos Núñez Salinas.
En el marco de sus funciones, la comisión especial debe acompañar la gestión del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), realizando informes periódicos sobre el estado de los trabajos y su impacto en la economía nacional.
El escultor pilarense Óscar Garcete plasmó una obra en arena de 2,40 metros por 1,75 metros, representando al pontífice con una paloma. Foto: Gentileza
Ñeembucú rindió homenaje al papa Francisco con una escultura de arena
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En la explanada de la Gobernación de Ñeembucú el escultor pilarense Óscar “Arena” Garcete plasmó una obra de 2,40 metros por 1,75 metros representando al papa Francisco con una paloma, símbolo eterno de paz y esperanza. De esta manera la Gobernación rindió un homenaje al primer pontífice latinoamericano, fallecido el pasado lunes a los 88 años.
El jefe departamental, Víctor Hugo Forneron, destacó la obra realizada en homenaje a Francisco a través de sus redes sociales ayer sábado, día en que el Vaticano dio el último adiós al papa.
El escultor que vive en la ciudad de Pilar realizó la obra en memoria del líder de la Iglesia católica debido a que el papa amó al Paraguay. Garcete es oriundo de Benjamín Aceval y es conocido popularmente como Óscar Arena. El artista se dedica al arte de hacer esculturas en arena desde hace 15 años.
Días atrás el presidente de la Corte Suprema de Justicia, César M. Diesel Junghans, visitó la sede de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Asunción, donde estampó su firma en el libro de condolencias habilitado tras el fallecimiento del papa Francisco. En representación del Poder Judicial de la República del Paraguay expresó su profundo pesar y reconocimiento a la figura del sumo pontífice. Durante la visita fue recibido por el nuncio apostólico, monseñor Vincenzo Turturro.
En su mensaje, el ministro Diesel hizo especial referencia al legado espiritual y humanitario del papa, resaltando su contribución a la defensa de los valores universales, la dignidad humana y la búsqueda de la unidad como camino para la construcción de sociedades más justas y solidarias.
La firma del tratado de Itaipú no solo propició el desarrollo de la hidroeléctrica más grande del mundo, sino que logró una solución diplomática a una larga historia de conflicto por la demarcación de límites. Foto: Archivo
Itaipú: 52 años del tratado que evitó un nuevo conflicto bélico entre Paraguay y Brasil
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Lourdes Torres
lourdes.torres@nacionmedia.com
Un día como hoy, pero hace 52 años, se lograba el mayor éxito diplomático del gobierno paraguayo, la firma del Tratado de Itaipú, que no solo sellaba el pacto de amistad y cooperación con Brasil, sino que ponía punto final a un largo conflicto de límites con el vecino país que incluso se arrastraba desde la época colonial. Historiadores destacan que este tratado también evitó que Paraguay y Brasil se volvieran a levantar en armas a casi 100 años de culminada la guerra de la Triple Alianza.
El 26 de abril de 1973 se firmaba el Tratado de Itaipú, más allá de la colosal hidroeléctrica que es una de las más grande del mundo, existe por detrás una historia intrincada, previa a su construcción que muy poco es recordada y cuyos orígenes datan de la época colonial y que, en la década de los años 60, volvió a generar un grave conflicto entre ambas naciones al punto de casi desatar una nueva guerra por los límites fronterizos.
Al respecto, el profesor e investigador histórico Eduardo Ortiz Mereles, en comunicación con La Nación/Nación Media, señaló que la falta de una definitiva demarcación de límites entre lo que fueron las posesiones españolas y portuguesas en la época colonial arrastró más de un siglo y medio después, un serio problema diplomático entre Paraguay y Brasil.
“En efecto, los límites entre Brasil y Paraguay fueron tratados ya por España y Portugal, a lo largo del siglo XVIII. Tras la Guerra de la Triple Alianza, ambas naciones firmaron el Tratado de Paz (Loizaga–Cotegipe) se estableció que los límites entre ambos países será el cauce del río Paraná, desde el río Yguazu hasta el Salto Grande de las Siete Caídas (Saltos del Guairá). El problema es que la palabra “hasta”, no incluye ni excluye el salto para ninguno de los dos países. En consecuencia, se llegó al siglo XX y los Saltos del Guairá quedaron en tierra de nadie", comentó.
Agregó que este problema llegó a los años 1960 donde se agravó el conflicto con el Brasil. Mencionó que, para esa época, ya habían estudiado el potencial hídrico que tenía el río Paraná. Indicó que desde siempre el gobierno brasileño se caracterizó por el desarrollo de su país pensando en el futuro de su nación.
Un gran logro diplomático
Igualmente, el historiador Claudio Velázquez señaló que la firma del Tratado de Itaipú fue un gran logro diplomático para ambos países que arrastraban un largo conflicto por los límites, que luego se sumó el aprovechamiento del potencial hidroeléctrico del Paraná.
Coincidió con Ortiz al señalar que, en octubre de 1965, el conflicto se agravó cuando Brasil ocupó militarmente con la fuerza una zona de Puerto Renato, que le correspondía al Paraguay, apresando a una Comisión Nacional de demarcación de Límites en la zona de Saltos del Guairá, entre los apresados recordó que estuvo Conrado Papalardo.
En junio de 1966 se firmó el acta de Foz de Yguazú que es el antecedente importante del Tratado de Itaipú. Foto: Archivo
“Este fue el punto tenso que se llegó y casi lleva a ambos países a levantarse nuevamente en armas. No obstante, hay que decirlo, que en ese momento el gobierno paraguayo supo sacar provecho de la hegemonía estadounidense, apoyándose en eso es que se logra decir al Brasil que se siente a negociar con Paraguay de manera diplomática y no en armas”, remarcó Velázquez.
Agregó que esta época coincidió también con la Guerra Fría, donde Paraguay y Brasil eran aliados estratégicos de EE. UU., a quien no le convenía tener a dos aliados enfrentados. Es así que en junio de 1966 se firmó el acta de Foz de Yguazú que es el antecedente importante del Tratado de Itaipú.
Finalmente señaló que, más allá de las controversias que existen con respecto al pago de la energía y las cesiones con respecto al Anexo C, así como las críticas a la sobrefacturación de la construcción de la hidroeléctrica que terminó saliendo más caro de lo presupuestado, en líneas generales fue un logro importante para el país.
“En el caso de la obra de Itaipú de 2.033 millones de dólares, pasó a costar un aproximado de 20.000 millones de dólares, hablamos de mucho dinero más de lo previsto y la deuda que significó para el Paraguay. La construcción, es cierto dinamizó la economía del país, todo ese dinero, lastimosamente no se invirtió suficientemente en infraestructura y desarrollo industrial, sino que fueron unos recursos no muy bien administrados”, agregó.
Gasoducto sur busca complementar el bioceánico y generar dos polos de energía termoeléctrica
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El proyecto de un gasoducto en Ñeembucú es considerado clave por el Viceministerio de Minas y Energía del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para diversificar la matriz energética nacional y fortalecer la infraestructura necesaria para el desarrollo industrial. Actualmente, se estudia la viabilidad de esta iniciativa que busca complementar el proyecto de gasoducto en el Corredor Biocéanico y, eventualmente, tener dos polos energía termoeléctrica en el país.
El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, explicó a La Nación/Nación Media que si bien aún no se hizo un estudio de prefactibilidad, la iniciativa tiene viabilidad técnica y económica preliminar debido a su corto trazado, estimado en 120 a 130 kilómetros, que permitiría conectar la provincia argentina de Formosa con el departamento de Ñeembucú y eventualmente facilitar la instalación de una central termoeléctrica en territorio nacional.
“Vemos muy viable por las ventajas que tiene ese cruce muy cercano del río Paraguay y la posible instalación de una térmica para generación de energía eléctrica en Paraguay”, afirmó.
Bejarano mencionó que el proyecto forma parte de una estrategia de diversificación de la matriz energética, donde el gas natural, que en una primera etapa será argentino, pero con miras a utilizar gas natural nacional en el futuro, tendría un rol clave. Esta fuente energética, según el viceministro, permitiría sostener el ingreso progresivo de energías renovables como la solar fotovoltaica, ampliando la capacidad instalada del país sin comprometer su sello de sostenibilidad.
“Queremos mantener nuestra condición de país con excedente de energía a precios competitivos para seguir atrayendo industrias. Energía es igual a desarrollo y crecimiento económico”, señaló a LN.
Complemento para el gasoducto bioceánico
El viceministro de Minas y Energía explicó que el gasoducto sur es complementario al gasoducto bioceánico, que atravesaría el Chaco paraguayo con destino principal al mercado brasileño. La obra aportaría energía al sistema de interconectado nacional y beneficiaría también a sectores como el cementero y la agroindustria, ayudando a sustituir el uso de biomasa.
Sobre la inversión necesaria, Bejarano mencionó que aún no existen estimaciones precisas pero la inversión sería significativamente menor que gasoducto bioceánico por la corta distancia y condiciones favorables para su instalación. “Este proyecto nace del interés del sector privado argentino y paraguayo. No es excluyente del gasoducto principal, sino que lo complementa”, afirmó.
Consultado sobre su eventual afectación a la reputación de país 100 % productor de energía verde y renovable, señaló que no afectará el perfil del país porque solo se utilizará en menor medida y para la introducción de otras fuentes renovables como la solar fotovoltaica. “Vamos a seguir siendo un país 100 % renovable. La introducción del gas solo fortalecerá nuestra capacidad para sumar energías alternativas como la solar”, concluyó.