El abogado y exdiputado Oscar Tuma, brindó su parecer respecto al impasse diplomático actual con la embajada de los Estados Unidos. A su criterio, el embajador Marc Ostfield, no supo manejar adecuadamente la forma en que comunicó esa decisión.
En comunicación con el Diario La Nación/Nación Media, el exparlamentario que en su momento integró la comisión de Relaciones Exteriores en la Cámara de Diputados, señaló que cualquier embajador transmite la posición de su país, por los canales adecuados. Respecto a los otros casos de personas o empresas sancionadas, la embajada norteamericana simplemente publicaba una nota en su portal y lo comunicaba a las autoridades pertinentes, sin necesidad de realizar una conferencia de prensa, ni montar un espectáculo mediático.
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“Sin embargo, consideró que el embajador americano no supo manejar la forma en que comunicó ciertas decisiones. No es la primera vez que en nuestro país se sanciona a personas; hay varios precedentes. En esos casos, la embajada se limitó a publicar una nota en su portal y a informar a las autoridades, sin necesidad de realizar una conferencia de prensa ni montar un espectáculo mediático”, explicó.
Respecto, al manejo de la situación, por parte de las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores, no mostraron una actuación firme en el gobierno anterior. “Sinceramente, creo que el Canciller de entonces mostró una debilidad considerable. No hay duda sobre la injerencia política que generó el embajador de los EE.UU., pero después de que Santiago Peña ganara las elecciones, el manejo de esta situación fue más firme”, señaló.
Asimismo, señaló que el Ministerio de Relaciones Exteriores es la autoridad encargada de manejar las relaciones diplomáticas y cualquier problema relacionado con embajadores extranjeros. “Cuando un embajador causa problemas con las autoridades locales debido a su comportamiento, el Ministerio debe actuar con prontitud para abordar la situación”, remarcó.
Respecto a la actuación protocolar en estos casos, señaló que desde el Ministerio de Relaciones Exteriores en primer lugar debe intentar resolver los problemas a través del diálogo diplomático.
“Esto puede incluir convocar al embajador para discutir las preocupaciones sobre su comportamiento y buscar una solución amistosa. Si esto no funciona, se puede emitir una comunicación diplomática formal para expresar la preocupación o queja respecto a las acciones del embajador. Como última medida, se podría declarar al embajador como “persona non grata”, lo que implicaría su expulsión del país”, indicó.
Finalmente, indicó que declarar a un embajador “persona no grata” es una medida grave. Sin embargo, cuando el comportamiento del embajador es inaceptable y no se puede resolver de otra manera, esta medida puede ser necesaria para proteger los intereses del país receptor.
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