Chats de Gomes demuestran cómo el abdismo le rendía pleitesía, opina abogado
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El trato de afinidad y confianza que referentes y autoridades del gobierno abdista tenían con Eulalio “Lalo” Gomes, antes de convertirse en legislador, según se observa en chats entre 2019 y 2022, develados por Nación Media, en que se permitía pedir cambios en la cúpula policial, señalan que era un dirigente importante de Colorado Añetete y Fuerza Republicana, lo que refuerza el posible financiamiento de campaña de este sector político de parte del fallecido empresario ganadero, opinó el abogado Eduardo González, secretario general de la Junta de Gobierno del Partido Colorado.
“Lo que está apareciendo ratifica nomás el gobierno narcodependiente de Mario Abdo Benítez. Acá hay varias situaciones, la primera que siempre hay que ratificar, que es un señor que viene de Colorado Añetete y después Fuerza Republicana, cuando llega a Diputados sí es del Partido Colorado, porque así lo decidió el pueblo amambayense”, expresó González, este sábado, en conversación con La Nación/Nación Media.
Para González, el posible financiamiento de Gomes al abdismo tiene mucho que ver con las atribuciones que se permitía con el anterior Ejecutivo, antes de ser legislador. “Acá hay una cuestión grave, independientemente ya del dinero, si puso o no puso, acá es clara las declaraciones que se dieron desde que salieron los chats de Lalo, primero, de que es un hombre de ellos, es categórico. Segundo, evidentemente dio su aporte y uno puede seguir cómo le rendían pleitesía”, puntualizó.
Recordó que el propio expresidente de la República, Mario Abdo Benítez, tenía conocimiento de la situación del extinto diputado, ya que el propio Carlos Arregui, entonces ministro de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero y o Bienes (Seprelad) dio un informe al mandatario sobre las operaciones sospechosas del empresario ganadero.
“Arregui declaró hace pocas semanas que él sí le estaba investigando a Lalo Gomes y le informó al presidente de la República, igual, a pesar de todo, él fue candidato de ellos para diputado. Acá no pueden deslindar su responsabilidad, diciendo ‘no nos dio la plata’. ¿Por qué sabiendo esa información privilegiada de su situación, usando como usaste el aparato estatal para perjudicarle a tus enemigos políticos, hiciste terrorismo de Estado, y teniendo información privilegiada... igual fue tu candidato? Entonces es tan responsable como él”, cuestionó.
Finalmente, indicó que con la publicación de las conversaciones se puede demostrar de dónde proviene el financiamiento. “Evidentemente, dinero limpio no tuvieron para la campaña y acá se está demostrando eso. Acá hay que ser claros, Mario Abdo Benítez, Hugo Velázquez y Arnoldo Wiens no puede desentenderse porque él fue candidato de ellos también y tiene que conocer sobre este tema”, sentenció.
Lalo, el financista que movía hilos en el gobierno de Abdo
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A lo largo de esta semana han salido a la luz conversaciones entre el entonces ganadero Eulalio “Lalo” Gomes con Mario Abdo Benítez, presidente de la República en esos tiempos, también con su vicepresidente, Hugo Velázquez, y otros referentes del oficialismo pasado como Juan Ernesto Villamayor y Lilian Samaniego, lo cual ha dejado al descubierto la gran influencia que tenía el fallecido diputado en dicho gobierno.
CAMBIOS EN LA FTC
“A las órdenes”, fue la respuesta de Abdo Benítez en uno de los tanto mensajes intercambiados con Gomes, quien incluso se tomó el atrevimiento de sugerirle no realizar cambios dentro de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y le propuso nombres para encabezar el Ministerio de Educación. Esto sin mencionar que en otros chats, el exdiputado afirmó haber donado USD 1 millón para la campaña de Marito a la Presidencia.
DESIGNACIONES Y REMOCIONES
Los chats también dejaron al descubierto que en 2021, el ganadero fue el encargado de solicitar la designación del comisario Baldomero Jorgge Benítez para el cargo de director general de Investigación Criminal. Este pedido fue realizado ante el segundo del Poder Ejecutivo, Hugo Velázquez, quien dos meses más tarde hizo realidad la voluntad de Gomes.
Sin embargo, previamente en 2019, el fallecido diputado ya había solicitado a Juan Ernesto Villamayor, ministro del Interior de ese momento, la remoción de un jefe policial tras el allanamiento a la finca de Antonio Joaquim da Mota, conocido como Tonho, cabeza del clan Mota. Solo días más tarde volvió a tener contacto con el titular de la mencionada cartera y le encomendó sacar al comisario Rafael González de la Dirección de Investigación Criminal, lo cual también fue acatado.
Nación Media también difundió sobre la provisión de camionetas blindadas que dio Arnaldo Giuzzio, ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en su paso por Pedro Juan Caballero en 2019, y la senadora abdista Lilian Samaniego también recurrió a Gomes con mensajes como “Ayudame, Lalo”, con la intención de recibir su respaldo para pugnar la Vicepresidencia de la República.
Toda esta secuencia de mensajes que se dio con mucha fuerza entre el 2019 y 2021 solo apunta a que Lalo Gomes no era una pieza más dentro de Fuerza Republicana, sino que fue un elemento clave dentro del movimiento y del gobierno de Abdo, puesto que fue capaz de dotar de seguridad a sus ministros, hacer donaciones millonarias y solicitar cambios dentro de la Policía con total libertad.
NADIE ACCIONABA
Ante esta realidad, no resulta extraño que pese a que la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) no haya accionado en ningún momento, pese a contar con múltiples reportes de operaciones sospechosas realizadas por parte de entidades bancarias.
De la misma manera, actores políticos y de la sociedad piden el esclarecimiento de todos estos hechos, puesto que la donación de USD 1 millón para la campaña de Mario Abdo a la Presidencia y los presuntos vínculos de Gomes con el narcotráfico levantan sospechas de una posible inyección de dinero ilícito, lo cual podría ser el origen de la cadena de favores que cumplió Marito con Lalo, puesto que no se trataba de un correligionario más, sino de su financista y uno de los mayores respaldos para su gobierno.
“La justicia está anestesiada”
Las conversaciones entre el fallecido diputado Eulalio “Lalo” Gomes, el expresidente Mario Abdo y otros referentes de su gobierno merecen la acción de la Justicia y apertura de carpetas fiscales, así lo afirmó el diputado Rodrigo Gamarra, quien lamentó la lentitud del Ministerio Público y del Poder Judicial para intervenir en este caso que salpica a varias instituciones del Estado.
“Acá tienen que decirnos si con esto que sale y que se ve se puede accionar judicialmente, empezando por la Fiscalía y el Poder Judicial, pero vemos que están anestesiados. Hasta hoy no vi ni una sola carpeta sobre los desfalcos del gobierno anterior que se publicaron y se denunciaron y estamos hablando de los casos en Cañas Paraguayas SA (Capasa), Petróleos del Paraguay (Petropar) o el Instituto de Previsión Social (IPS), dónde está la reacción de la Justicia y lo mismo para este caso de Lalo”, sostuvo.
En conversación con La Nación/Nación Media, el parlamentario lamentó la inacción de la Justicia y el silencio de la oposición cuando salen a la luz hechos de corrupción que involucran al gobierno anterior, lo cual genera un descreimiento de la ciudadanía en las instituciones que deberían impartir Justicia, sobre todo cuando los hechos apuntan a tráfico de influencias y sospechas de financiamiento ilícito.
Rodrigo Gamarra, diputado
“Ratifica narcodependencia del gobierno de Marito”
El trato de afinidad y confianza que referentes y autoridades del gobierno abdista tenían con Eulalio “Lalo” Gomes, antes de convertirse en legislador, según se observa en chats entre 2019 y 2022, develados por Nación Media, en que se permitía pedir cambios en la cúpula policial, señalan que era un dirigente importante de Colorado Añetete y Fuerza Republicana, lo que refuerza el posible financiamiento de campaña de este sector político de parte del fallecido empresario ganadero, opinó el abogado Eduardo González, secretario general de la Junta de Gobierno del Partido Colorado.
“Lo que está apareciendo ratifica nomás el gobierno narcodependiente de Mario Abdo Benítez. Acá hay varias situaciones, la primera que siempre hay que ratificar, que es un señor que viene de Colorado Añetete y después Fuerza Republicana, cuando llega a Diputados sí es del Partido Colorado, porque así lo decidió el pueblo amambayense”, expresó González, este sábado, en conversación con La Nación/Nación Media.
Para González, el posible financiamiento de Gomes al abdismo tiene mucho que ver con las atribuciones que se permitía con el anterior Ejecutivo, antes de ser legislador. “Acá hay una cuestión grave, independientemente ya del dinero, si puso o no puso, acá es clara las declaraciones que se dieron desde que salieron los chats de Lalo; primero, de que es un hombre de ellos, es categórico. Segundo, evidentemente dio su aporte y uno puede seguir cómo le rendían pleitesía”, puntualizó.
Para algunos medios, los chats de Lalo dejaron de ser noticia
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De repente, los chats de Lalo dejaron de tener interés. Cuando el intercambio de mensajes electrónicos a través de internet, de acuerdo con la definición de chat de la Real Academia Española, fue entregado en su totalidad a los medios de comunicación a través del abogado Óscar Tuma, representante legal de la familia del fallecido diputado Eulalio Gomes, las dos cadenas mediáticas –una que tiene como rostro visible al diario Abc Color y la otra a Telefuturo– decidieron que ya no era noticia de primera plana.
Después de dieciséis días bien contados, en que aturdieron todo el espacio televisivo, radial y escrito, casualmente, cuando empezaron a aparecer informaciones que comprometían al gobierno de Mario Abdo Benítez y a varios de su entorno, rápidamente apuntaron hacia otros blancos. Había que distraer la atención para que los datos ocultos –una vez que vean la luz– no comprometan a su antiguo cómplice en el manejo turbio de los recursos del Estado. Cómplices evidentes de los grandes actos de corrupción que hasta hoy no se animan a investigar.
Y conste que algunas de esas denuncias salieron fugazmente en estos medios, tal vez por descuido de los editores o como herramienta de extorsión, para, luego, desaparecer raudamente, sin pena ni gloria, quedando solo como un hecho anecdótico lo que debió merecer una pesquisa tenaz, consecuente y sistemática hasta desentrañar los nudos del latrocinio. Sin embargo, millonarios contratos y dadivosas pautas publicitarias, principalmente de las hidroeléctricas binacionales, pesaron más que la búsqueda de la verdad.
La lucha contra la corrupción de la que tanto alardean debería empezar sacudiendo la alfombra de la propia casa. Es el primer paso para sostener las críticas con autoridad moral. Hasta en los recuadros de humor, expresados en caricaturas, grafican a un investigador que ni con lupa puede encontrar algo en contra de Abdo Benítez, aunque ya “sacrificaron” a una parte de su antiguo equipo, como a la senadora Lilian Samaniego y al exvicepresidente de la República, Hugo Velázquez, quienes aparecen asediados por los tentáculos de Lalo.
Lo concreto es que los nuevos chats que ahora se difunden demuestran claramente la determinante influencia que Lalo Gomes ejercía sobre el gobierno de Abdo Benítez. Disponía a su antojo de personal de alto rango, especialmente dentro de las fuerzas de seguridad, en el periodo 2018-2023. Algunas respuestas, como las del entonces ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, como: “Dejá a mi cargo” o “claro que sí”, para resolver los reclamos de quien entonces era ya un personaje poderoso en el departamento de Amambay, evidencian, sin disputa posible, que la anterior administración estaba prácticamente sometida a los pedidos de Gomes. Para los compañeros y colegas de los medios aliados al marioabdismo, esas “vyresas” dejaron de tener relevancia y, por lo tanto, el público no tiene derecho a saber para no desviar la mirada de lo “verdaderamente importante”.
Así, parcelada la realidad, la intención es engañar a la ciudadanía, fragmentando convenientemente la información para alcanzar conclusiones deliberadamente amañadas. Con una deshonestidad que raya en su punto más alto, pretenden cancelar al Grupo Nación Media para que, como se dice en la jerga periodística, no se escuche el sonido de la otra campana, con la retorcida ambición de creerse los dueños de la “única verdad”.
Lamentablemente para estos profanadores del lugar santo de nuestra profesión, es falsa la dicotomía entre “tu verdad” y “mi verdad”, porque existe la verdad, una que trasciende y supera nuestras visiones, intereses y deseos personales. En otras palabras, es la recta concordancia del pensamiento con su objeto, en definición de Santo Tomás, entre el entendimiento y la cosa. Todo lo demás es ilusión, fraude, engaño.
Finalmente, se derrumbó por su propia inercia lo que algunos colectivos periodísticos calificaron como “peligroso trabajo de investigación” y “valientes investigadores” refiriéndose a las manipuladas filtraciones, pues, ahora que los datos están a disposición de cualquier medio, bajaron el entusiasmo y la euforia de poner en cartelera a los involucrados en los chats de Lalo Gomes.
Especialmente cuando asoman los nombres de aquellos que denodadamente trataron de esconder del juicio público. Cada uno tiene la libertad de manejar la información según su propio criterio, aunque sea éticamente condenable, pero no nos vengan a querer convencer de que son la reencarnación de santos inmaculados y vírgenes vestales. Ni por aproximación.
Fueron 17 días de portada de la prensa abdista (Abc-Última Hora) pretendiendo instalar que el finado diputado Lalo Gomes solamente whasapeaba con referentes de un solo sector político (el cartismo). Tanto fue el show armado que quisieron presentar que cualquier diálogo de Lalo con alguien constituía un hecho de acción penal público.
Tremenda fue la sorpresa que se dieron cuando se les escapa uno de los mensajes en el que Lalo confiesa haber aportado más de un millón de dólares a la campaña electoral de Mario Abdo Benítez.
Dinero que por cierto ingresó en negro al proyecto abdista. Más grande fue la sorpresa de los mediáticos operadores del expresidente Abdo al enterarse de que el abogado Óscar Tuma accedió a la copia espejo del celular del fallecido y el contenido lo haría público.
El juez Osmar Legal dilató hasta donde pudo la entrega de la pericia a ver si la campaña generaba alguna reacción ciudadana de indignación. Como ya nadie les cree, nada prendió y la farsa se vino abajo.
Los que venían publicando no era más que unos mensajes con actores de reparto de un esquema de tráfico de influencias, soborno y financiamiento político con dinero proveniente del narcotráfico.
Revelamos los mensajes de Abdo Benítez con su financista político, también con el exvicepresidente Hugo Velázquez, el exministro del Interior Juan Ernesto Villamayor y con la senadora abdista Lilian Samaniego. Estos mensajes sí eran escandalosos, y revelaron la sumisión del gobierno anterior al ganadero, jefe de campaña del abdismo y financista.
Lo grave acá no son los mensajes que Lalo enviaba a medio Paraguay, lo grave es que el gobierno anterior, a juzgar por los informes de Inteligencia financiera de Seprelad, sabía el origen del dinero del exdiputado. Recibieron la plata sucia, le dejaron que maneje la Policía Nacional a su antojo y como corolario lo hicieron diputado.
Todo lo que anteriormente la prensa abdista venía publicando terminó siendo un tremendo vyrorei en comparación con la batería de mensajes de Lalo con las principales autoridades del gobierno anterior. Desde nombramientos, manejo privilegiado de la cúpula policial y también de las fuerzas de tarea conjunta. El financista añetete manejó a su antojo al gobierno anterior.
Las máximas autoridades del gobierno anterior sabían quién era Lalo y siguieron coqueteando y poniendo alfombra roja al narcotráfico. Los voceros abdistas de la prensa cómplice de la corrupción ahora nos quieren vender el cuento de que todos son iguales. Es decir, nadie es culpable, cuando en realidad queda claro quiénes hicieron de Lalo el hombre poderoso.
Se les cayó el relato farsante y ahora queda recurrir a la vieja confiable: Nenecho. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.
Lalo, el financista que movía los hilos en el gobierno de Abdo
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A lo largo de esta semana han salido a la luz conversaciones entre el entonces ganadero Eulalio “Lalo” Gomes con Mario Abdo Benítez, presidente de la República en esos tiempos, también con su vicepresidente, Hugo Velázquez y otros referentes del oficialismo pasado como Juan Ernesto Villamayor y Lilian Samaniego, lo cual ha dejado al descubierto la gran influencia que tenía el fallecido diputado en dicho Gobierno.
“A las órdenes”, fue la respuesta de Abdo Benítez en uno de los tanto mensajes intercambiados con Gomes, quien incluso se tomó el atrevimiento de sugerirle no realizar cambios dentro de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y le propuso nombres para encabezar el Ministerio de Educación. Esto sin mencionar que en otros chats, el exdiputado afirmó haber donado USD 1 millón para la campaña de Marito a la Presidencia.
Los chats también dejaron al descubierto que en el 2021, el ganadero fue el encargado de solicitar la designación del comisario Baldomero Jorgge Benítez para el cargo de director general de Investigación Criminal. Este pedido fue realizado ante el segundo del Poder Ejecutivo, Hugo Velázquez quien dos meses más tarde hizo realidad la voluntad de Gomes.
Sin embargo, previamente, en el 2019, el fallecido diputado ya había solicitado a Juan Ernesto Villamayor, ministro del Interior de ese momento, la remoción de un jefe policial tras el allanamiento a la finca de Antonio Joaquim da Mota, conocido como Tonho, cabeza del clan Mota. Solo días más tarde volvió a tener contacto con el titular de la mencionada cartera y le encomendó sacar al comisario Rafael González de la Dirección de Investigación Criminal, lo cual también fue acatado.
Nación Media también difundió sobre la provisión de camionetas blindadas que dio a Arnaldo Giuzzio, ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en su paso por Pedro Juan Caballero en el 2019 y la senadora abdista, Lilian Samaniego, también recurrió Gomes con mensajes como “Ayudame Lalo”, con la intención de recibir su respaldo para pugnar la Vicepresidencia de la República.
Toda esta secuencia de mensajes que se dieron con mucha fuerza entre el 2019 y 2021 solo apuntan a que Lalo Gomes no era una pieza más dentro de Fuerza Republicana, sino que fue un elemento clave dentro del movimiento y del Gobierno de Abdo, puesto que fue capaz de dotar de seguridad a sus ministros, hacer donaciones millonarias y solicitar cambios dentro de la Policía con total libertad.
Ante esta realidad, no resulta extraño que pese a que la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) no haya accionado en ningún momento pese a contar con múltiples reportes de operaciones sospechosas realizadas por parte de entidades bancarias.
De la misma manera, actores políticos y de la sociedad piden el esclarecimiento de todos estos hechos, puesto que la donación de USD 1 millón para la campaña de Mario Abdo a la Presidencia y los presuntos vínculos de Gomes con el narcotráfico levantan sospechas de una posible inyección de dinero ilícito, lo cual podría ser el origen de la cadena de favores que cumplió Marito con Lalo, puesto que no se trataba de un correligionario más, sino de su financista y uno de los mayores respaldos para su Gobierno.