Productos, modelos de conocimientos académicos y científicos, desarrollo de producción agrícola e industrial, podríamos seguir hasta el infinito agregando rubros que serían provechosos importar de la Argentina. Sin embargo, hemos decidido traer de allá uno de los elementos que más pobreza han generado, el modelo Moyano de extorsión.
En el año 2019, se anunciaba con toda la pompa la presencia de Pablo Moyano en Paraguay. El referido es el hijo de Hugo Moyano, histórico dirigente sindical de los camioneros del vecino país. El mismo es además vicepresidente primero de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte y Secretario Adjunto del Sindicato del mismo gremio. Ambos, padre e hijo, son reconocidos como oscuros personajes de muchísima influencia en la poderosísima Confederación General del Trabajo de la República Argentina, muy vinculada a casi todos los gobiernos, con énfasis en el kirchnerismo, el mismo modelo que está llevando al despeñadero a toda la sociedad argentina.
En esa oportunidad, se sentaron las bases para lo que estamos viviendo en estos días. La delegación participó de la inauguración de la Central Obrera y Transporte, presidida por Juan Villalba. Además, también fueron recibidos por nada más y nada menos que el viceministro del Trabajo de nuestro país, Luis Orué. Este último es conocido como retuiteador compulsivo de la campaña del vicepresidente de la República, de las reuniones políticas de su jefa, la ministra Carla Bacigalupo, quien busca una banca en el Senado para el próximo período, y de todas las campañas que se hagan contra los colorados no alineados al oficialismo. Este último es el mejor reaseguro para mantenerse en el cargo. Aquella reunión con el viceministro del Trabajo concluyó con Moyano celebrando la celeridad del alto funcionario gubernamental por su predisposición para firmar la resolución del reconocimiento a la novel Central de Transporte.
Otro punto importante en la ajetreada agenda que Moyano y su equipo desarrolló y que evidencia cómo somos tan afectos a importar el peor modelo posible, en la reunión que mantuvieron con cinco sindicatos de Petropar que en ese momento se unían a Juan Villalba para conformar la nueva central sindical. Uno de los principales referentes sindicales de la petrolera estatal era en ese momento asesor de la ex presidenta Patricia Samudio. Oportuno recordar que Moyano maneja cerca del 90% de la logística de transporte de la Argentina y las sospechas acerca de que las verdaderas intenciones de la visita tenían que ver con tomar el control del multimillonario negocio del flete fluvial de Petropar que mueve alrededor de 50 millones de dólares.
Con todos estos elementos sobre la mesa, no es de extrañar la fijación que tienen los camioneros paraguayos en darle mucha más preponderancia a Petropar en el mercado.
Los mismos camioneros que ahora exhiben como hombre de recambio a Juan Villalba, luego de que 5 de sus dirigentes hayan sido pillados en plena extorsión. Los mismos camioneros que de la mano de altos funcionarios de esta administración están importando pobreza y caos de la Argentina.
En el año 2019, se anunciaba con toda la pompa la presencia de Pablo Moyano en Paraguay. El referido es el hijo de Hugo Moyano, histórico dirigente sindical de los camioneros del vecino país.
Uno de los principales referentes sindicales de la petrolera estatal era en ese momento asesor de la ex presidenta Patricia Samudio.