• Por Josías Enciso Romero

Les agarró de sorpresa. Viudas, huérfanos, amancebados, des­chambados, alcahuetes y demás deudos del gobierno de Mario Abdo Benítez quedaron desconcertados. Abrumados. Después ya no aguantaron más. Si eres defensor, aliado y/o cómplice de quien lucró con el dolor del pueblo durante la pandemia provocada por el covid-19, que se note. Sí, que se note. Aunque no quieran admitirlo y se presenten como impar­ciales e inmaculados profe­tas de la verdad y la justicia. Hasta en eso la cobardía los une y la hipocresía los amon­tona ante el monolito de la perfidia y la deshonestidad. No hay apariencias que val­gan cuando la realidad te enrostra tu verdadera esen­cia. La exsenadora Desirée Masi fue la primera en sal­tar, y se entiende pues fue la verdadera dama consorte del poder. Puso a sus hombres de confianza (Arnaldo Giuzzio, Carlos Arregui, René Fer­nández…) en secretarías clave para tratar de armar un caso en contra del ene­migo común: Horacio Car­tes. Y de ahí salió el mamo­treto, nunca mejor graficado, de la Secretaría de Preven­ción de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad). La posi­ción de la señora copropie­taria del Partido Democrá­tico Progresista (PDP) no es de extrañar. Las buenas migas con el mandatario ya vienen de lejos, de cuando ambos ocupaban bancas en la Cámara Alta. Relación que se profundizó cuando el hijo del exsecretario privado de Alfredo Stroessner llegó a la Presidencia de la República.

El otro dueño del partido familiar, el hoy senador Rafael Filizzola, acusó a la Fiscalía General del Estado de “analfabetismo jurídico” ante la imputación a Mario Abdo Benítez y sus secua­ces por la filtración a los medios de comunicación del “famoso” documento de Seprelad. Natalia Zuccoli­llo, de Abc Color, y Antonio J. Vierci, de Última Hora, dieron luz verde para que el “fulminante informe” se publicara en la tapa de sus respectivos diarios el domingo 29 de mayo de 2022, que, obviamente, habría sido filtrado a inicia­tiva de Marito y su entorno de entonces. Prácticamente utilizaron el mismo titular: “Informe vincula a Cartes con el lavado de dinero”. Y más abajo: “Documento de inteligencia detalla las ope­raciones de empresas del expresidente”.

Ahora viene lo interesante que se les escapó a muchos, hasta el momento: “Los datos fueron compartidos con FINCEN de Estados Unidos”. La garganta pro­funda del marioabdismo no se guardó nada. ¿Qué es FINCEN? Financial Crimes Enforcement Network, una oficina del Departamento de Estado. ¡Oh, casualidad! El secretario de Estado Antony J. Blinken emite una declara­ción el 22 de julio de 2022 y designa al expresidente para­guayo por “participación en corrupción significativa”. El documento adquiere voz en el embajador en nuestro país, Marc Ostfield, ante el eufórico aullido de la prensa mediocre y mercenaria.

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La estrategia era tan simple que hasta los periodistas de los medios aludidos podían interpretar: había que bajar a Cartes de la carrera hacia la presidencia de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana y, por efecto dominó, también des­cabalgaría el candidato a pre­sidente de la República por el movimiento Honor Colorado, Santiago Peña. Pero ocurrió totalmente al revés, porque la patraña no penetró en la con­ciencia del electorado. En las internas del 22 de diciembre ganaron holgadamente Car­tes y Peña y perdieron catas­tróficamente los “elegidos” mediáticos: Marito y Arnoldo Wiens.

Estos mismos diarios ama­necieron ayer con las vesti­duras rasgadas. Como fue­ron cómplices durante cinco años, al menos demostraron lealtad a Mario Abdo Benítez (que, en el fondo, debe enten­derse como odio al otro sec­tor colorado). Ni se acorda­ron de sus grandes actos de corrupción. Ahora es víc­tima. “Fiscalía sometida al cartismo da inicio a vendetta política” (Abc color). “FGE arremete contra abdistas y se olvida de Pecci y Cartes” (Última Hora). Parecen abo­gados de reos pobres, pero no son, porque el gobierno ante­rior se llevó casi todo lo que podía llevarse ante los ojos vendados de estas corpora­ciones mediáticas. Ahora es “vendetta”. Pero, cuando des­plegaron una alevosa cam­paña en contra de los líderes de Honor Colorado, estaban “buscando justicia”. Dignos herederos de la escuela atri­buida a Cecilio Báez.

Ya en el estribo es siempre oportuno aclarar: Ni Masi, ni Filizzola, ni quienes ocu­paron puestos en el área de “inteligencia”, ni la Zucco­lillo ni Vierci son antico­lorados de verdad. Solo se acordaron de los 70 años de coloradismo en el poder cuando Marito abandonó su puesto de peón de estos inte­reses mediáticos y políticos. Y se acabaron las publino­tas y los contratos millona­rios con el Estado y las bina­cionales Itaipú y Yacyretá. Se aprovechan del partido cuando pueden. Solo son “anticartistas”. Y no lo disi­mulan. Aunque no quieran admitirlo. ¿Cómo era que dijo el papa Francisco?

En las internas del 22 de diciembre ganaron holgadamente Cartes y Peña y perdieron catastróficamente los “elegidos” mediáticos.


Y se acabaron las publinotas y los contratos millonarios con el Estado y las binacionales Itaipú y Yacyretá.

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