MIAMI. (CON INFORME DE AFP).
Sigue la angustiosa y sin pausa búsqueda de posibles sobrevivientes de la gran tragedia del derrumbe del edificio en Miami-Dade; mientras ayer se reportaron 4 fallecidos confirmados y 159 personas desaparecidas entre las que se incluyen los familiares de la primera dama de Paraguay, su hermana Sophia López Moreira Bo, el esposo de esta, Luis Pettengill (h), sus tres hijos, y la asistente de la familia Lady Luna. La tragedia y sus terribles consecuencias son seguidas minuto a minuto por los medios de todo el mundo y una de las preguntas que se hacen es cuáles serían las causas del derrumbe de ese edificio.
Según informes oficiales, antes de que se derrumbara, el edificio estaba en proceso de renovación, en particular en el tejado, siguiendo las leyes del condado que lo exigen cada 40 años, que descartaron que esas obras pudieran haber causado el desastre. La atención se centró entonces en un estudio del 2020 que mostraba que el edificio sufrió un hundimiento “muy sutil” en la década de 1990, a un ritmo de unos 2 milímetros al año entre 1993 y 1999. Sin embargo, uno de los autores del estudio, Shimon Wdowinski, profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU), dijo a CNN que no sabía “si el colapso era predecible”. “Por sí mismo, el hundimiento no provocaría el colapso de un edificio”, explicó su universidad en un comunicado, parafraseando al investigador.
“Pero en este caso, la señal (de hundimiento) está muy localizada en este edificio. Eso significa que no es necesariamente el edificio el que se ha hundido en el suelo. Podría ser que el edificio se hundiera sobre sí mismo, si hubiera daños estructurales en el edificio”, explicó ayer viernes en la CNN. El hundimiento del terreno medido en Miami es mucho más lento que en otras partes del mundo también estudiadas por Wdowinski, como Ciudad de México, que se hunde 38,1 centímetros al año, casi 2.000 veces más rápido, según el comunicado de la institución.
“No le dimos demasiada importancia”, dijo Wdowinski a USA Today, afirmando que le parecía poco probable que los funcionarios de la ciudad conocieran el estudio antes del derrumbe. Pero unos pocos milímetros, “cuando se suman a lo largo de muchos años, son una gran cifra”, dijo Matthys Levy, profesor de ingeniería de Columbia.Y cuando una parte del edificio se derrumba, suele crearse una reacción en cadena, como en los atentados del 11 de setiembre, señala.
“No se detiene, es imparable. (...) No hay ningún elemento (en la estructura) lo suficientemente fuerte como para contener el colapso”, dijo Levy, refiriéndose a un mecanismo de “cascada”. Los medios de comunicación estadounidenses también informaron que el propietario de una vivienda del edificio había presentado una denuncia en el 2015, según la cual una pared exterior estaba afectada por grietas y daños causados por el agua. Se espera que la investigación sobre las causas de la tragedia se prolongue en cualquier caso.