El presidente Mario Abdo Benitez nombró como nuevo director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) a Richar Estanislao Gómez.
Este cuenta con polémicos antecedentes. Uno de ellos se refiere al caso magnicidio del doctor Luis María Argaña, en marzo de 1999.
Tras aquel suceso, Gómez guardó varios meses de reclusión, acusado de tener participación en el luctuoso suceso. Luego fue sobreseído.
En junio del 2002 de vuelta el mismo fue noticia. Durante la realización del Transchaco Rally, fue imputado por exhibicionismo y exposición al peligro en el tránsito.
Gómez posó en “paños menores”, además de realizar maniobras con su vehículo, poniendo en peligro la integridad de varias personas.
En el 2014, el vicepresidente Hugo Velázquez lo nombró asesor de la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, y ya su historial de polémicas determinó su salida de esa instancia.
No obstante desde ese momento fue un activo operador de Velázquez, convirtiéndose en uno de los “hurreros” recurrentes en cuantas reuniones se presentaban con el ahora número dos del Ejecutivo.
La designación de Richar Gómez como nuevo titular de la Conatel, recibe críticas en ámbitos de la Comunicación, así como en las redes sociales.
El perfil técnico que requiere esa institución, se contrapone radicalmente al que esboza el mismo.
En ámbitos del Ejecutivo se menciona que la decisión presidencial de llevarlo al frente de Conatel, es a pedido de Velázquez, quien comenzó una agresiva campaña para la creación de nuevos puestos en los entes públicos, para favorecer a sus operadores.
En ese sentido legisladores que responden al número dos del Ejecutivo, intentaron recientemente una maniobra dentro de la Bicameral de Presupuesto, para crear nuevos cargos de “confianza” para la vicepresidencia de la República.