Pedro Ferreira, ex presidente de la Ande, nos ofrece su visión técnica en torno a la negociación del Anexo C del Tratado de Itaipú. Ferreira había renunciado al cargo tras denunciar las irregularidades que se plantearon en su momento en la conocida “acta secreta de Itaipú” y que derivó en un pedido de juicio político al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y al vicepresidente Hugo Velázquez.
Sin lugar a dudas, la discusión en el marco de la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú está centrada en reducir o mantener la actual tarifa de la Itaipú Binacional. La primera propuesta es la del gobierno brasileño, que aunque hasta el momento no es oficial, hay fuertes insinuaciones de que ese será el planteamiento del país vecino; y la segunda es de Paraguay, la más beneficiosa para nuestro país por la inyección económica cercana a los US$ 1.000 millones anuales que se puede llegar a recibir y la incapacidad de poder utilizar en un 100% la energía que nos corresponde.
Falta un poco más de un año para concretarse la negociación del Anexo C, pero las críticas y cuestionamientos hacia los negociadores paraguayos cada vez son más frecuentes por la tranquilidad, lentitud y secretismo con que manejan la situación.
Dimensionando la importancia de la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú para el Paraguay, La Nación ofrece una visión técnica a través de una serie de materiales publicados diariamente desde el lunes pasado. La intención es ofrecer al lector detalladamente sobre cómo se avanzó hasta el momento y cómo está parado nuestro país con miras a las negociaciones que se darán en agosto del 2023.
El ingeniero Pedro Ferreira afirmó que es necesario que el gobierno del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, acabe con el “secretismo” en las negociaciones con el Brasil sobre el costo de la tarifa de la Itaipú Binacional y en las estrategias que serán aplicadas con miras a la revisión del Anexo C del Tratado de la entidad en el 2023, teniendo en cuenta que el gobierno de Jair Bolsonaro avanza en sus pretensiones mediante hechos consumados.
“Está mal que ellos mantengan un secretismo. Acá hay gente que quiere que se confíe en ella a ciegas, pero hasta el momento no dieron muestras claras de que se puede confiar y que van a tener una estrategia ganadora. La única estrategia que funcionó es que todo el pueblo paraguayo consideró una causa nacional e hizo que Brasil vea que se les fue de las manos en lo absurdo que había firmado el Gobierno con relación al denominado pacto secreto que motivó el planteamiento de un juicio político contra Mario Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez”, aseveró.
BUENA VOLUNTAD DEL BRASIL
El ex titular de la Ande dio a entender que el gobierno brasileño observa a Paraguay como un negociador sin estrategias que no motiva a obligarlo a establecer conversaciones con la finalidad de lograr un acuerdo justo para ambas partes.
“Si no se hace nada y solo se espera la buena voluntad del presidente del Brasil, es un mal camino; cuando uno se sienta a negociar algo, no es que vas a conseguir todo lo que querés, antes de eso se debe realizar el deber de manera que Brasil sienta la necesidad de negociar con Paraguay. Como ven que no hacemos nada al respecto, desde el gobierno brasileño se sienten con la libertad de ir por la vía de los hechos consumados”, manifestó.
Al respecto, el ingeniero insistió en que las negociaciones sobre la binacional deben ser declaradas como una causa nacional que pueda motivar a los ciudadanos a manifestarse, salir a las calles, si se cuenta con el riesgo de que el Paraguay termine en desventaja.
“Nadie debería sentarse a negociar con otros si no tiene alternativas. Todos los paraguayos debemos manifestar que Itaipú es una causa nacional. La gente que está sobre este tema promete mucho, pero ellos no hacen nada y se vuelve a caer en los mismos errores”, cuestionó el especialista.
PRINCIPALES ESTRATEGIAS
Por otra parte, el ingeniero puntualizó las principales estrategias que el Paraguay debe analizar para negociar con el Brasil no se limitan solo en declarar la situación como causa nacional, sino también que una vez terminado el pago de la deuda que fue contraída por la Ande con la Itaipú Binacional, todos los beneficios deben ser divididos en un 50% para cada país.
Agregó también que otro punto es que la actual generación de jóvenes deberá ser beneficiada con energía renovable abundante mediante un buen uso de los recursos de la década que viene, estableciéndose el uso racional, responsable y serio del bono energético equivalente a 350 millones de MW/h “que están en juego”.
A la vez, Ferreira añadió que deberá existir un compromiso por parte del Congreso Nacional de propiciar leyes que permitan el uso transparente de los beneficios, una mejor direccionada tarifa social, la movilidad eléctrica, el cambio de la matriz de uso productivo en regadío e industrias de la energía eléctrica con énfasis en el uso de la energía para la creación de empleo. También se deberá realizar la normalización contable de la Itaipú y finalmente el cumplimiento de lo que establecen los anexos A, B y C, así como el Tratado mismo de la entidad binacional.
NEGOCIACIÓN SOBRE EL PRECIO
Respecto a las negociaciones sobre el precio de la tarifa a definirse en el presente año, el ex presidente de la Ande refirió que todo apunta a que Brasil logre su objetivo, el de reducir el costo de la tarifa, frente a la posición paraguaya, la de mantener el precio, debido a que forma parte de uno de los principales puntos de la campaña de Bolsonaro con miras a los comicios presidenciales en Brasil. “Esto va camino a eso, salvo que nosotros cumplamos las líneas que propusimos. El actual gobierno brasileño está demasiado comprometido con su promesa electoral de bajar el costo de la energía. Acá el gobierno brasileño intentará con sus políticas de hechos consumados y también iniciará una serie de presiones”, aseguró.
TARIFA PROVISORIA
Como ejemplo, el ingeniero Pedro Ferreira mencionó el anuncio realizado a finales del año pasado por la institución que regula el suministro de electricidad en Brasil, la Agencia de Energía Eléctrica (Aneel), que estableció mediante una tarifa provisoria una baja de 11,89% de la energía. “El primer hecho consumado que se dio en estos días fue que se consideró que la tarifa de reventa de la energía de Itaipú en el sistema brasileño tenía que bajar. Es cierto que ellos colocaron el mote de provisorio, pero ya genera una restricción a las negociaciones futuras”, afirmó el experto.
Reacción tardía ante las intenciones del Brasil
Ferreira cuestionó además que la posición paraguaya se haya mantenido en secreto.
Pedro Ferreira lamentó que el Paraguay haya dado a conocer recién en los meses de octubre y noviembre su posición de seguir manteniendo el costo de la tarifa de la entidad a US$ 22,6, teniendo en cuenta que Brasil hace 3 años ya había anunciado la intención de abaratarla. Cuestionó a la vez que la posición paraguaya se haya mantenido en secreto.
“El mismo director general brasileño de Itaipú había anunciado hace ocho meses que bajaría la tarifa y ya no sería incluso imperativo revisar el Anexo C, entonces la situación actual es que por la desidia del actuar del Gobierno, por las imposibilidades o por algún otro motivo, resulta que estamos en un problema de indefinición. Acá la posición paraguaya de que se mantenga la tarifa en US$ 22,6 se tuvo en secreto, nadie sabía y si el gobierno brasileño hace 3 años ya dijo que debe bajar el precio de la tarifa, Paraguay no debió ir recién a finales de octubre pasado a sentar su postura de mantener”, sentenció. Finalmente, Ferreira comentó que “concuerdo en que hoy en día debemos apoyar esa posición del Gobierno de Paraguay, pero falta el compromiso de este que si se logran los fondos, serán usados con transparencia y honestidad”.