En los últimos días, varios medios internacionales, siguiendo el caso del crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, asesinado el pasado 10 de mayo en Colombia, enfocaron sus miradas hacia las acciones de diversos carteles vinculados al tráfico de drogas y que contarían con apoyo y conexiones en nuestro continente con el grupo terrorista islámico de origen libanés, Hezbollah, tras la detención de 5 de los 6 implicados, entre ellos el autor material del crimen ejecutado en la localidad turística colombiana de Barú.
El analista internacional estadounidense Joseph Humire, entrevistado por medios de Colombia y Estados Unidos, dijo que la mayor parte de los grupos criminales que operan con el tráfico de drogas, tienen conexiones con el grupo terrorista libanés desde hace años. Afirmó además que la misma situación se da con el Primer Comando Capital (PCC), el grupo criminal brasileño que se mueve en la Triple Frontera y en varias regiones de Brasil y Paraguay.
Entre las principales hipótesis que manejan las autoridades de Colombia y Paraguay es que la orden de matar al fiscal antimafia Marcelo Pecci, se habría ordenado desde una cárcel de los Estados Unidos. He ahí donde surgen las conjeturas que apuntan a la organización terrorista, con el respaldo de la mafia brasileña.
Humire menciona al libanés Nader Mohamad Farhat, extraditado desde el Paraguay hacia los Estados Unidos en junio del 2019, un supuesto financista del grupo libanés y que opera en la Triple Frontera. Tanto esta como otras detenciones de personas sospechadas de ejercer acciones tendientes al financiamiento del terrorismo internacional, fueron calificadas como “hechos aislados” en ese entonces por el vicepresidente Hugo Velázquez, quien aparece en fotografías durante un viaje al Líbano en compañía de personas vinculadas a Nader Farhat.
Pistas apuntan a colaboraciones entre grupos narcos
La ruta de la cocaína boliviana ahora pasa por nuestro país, afirman autoridades colombianas.
Un reportaje del diario español El País cita al jefe de la Policía de Colombia, Jorge Vargas y al fiscal general del Estado, Francisco Barbosa, en el que sostienen que a las investigaciones de Colombia, Paraguay y Estados Unidos, se suma ahora Brasil. Y que las pistas apuntan a colaboraciones entre grupos narcos, con la presunta coordinación central del Primer Comando de la Capital.
“Seguimos trabajando de la mano de la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos). La inteligencia de esta agencia antidrogas ha sido clave. El crimen podría estar relacionado con el narcotráfico a nivel mundial sin descartar que esté vinculado a su vez con el terrorismo radical”, expresó el general Vargas en la publicación recogida por el portal digital Hoy del grupo Nación Media.
El medio español significa que el eje central del traslado, y ahora de producción creciente de droga, se focaliza en territorio paraguayo.
“Paraguay es hoy el principal productor de marihuana de la región y el mayor corredor de cocaína desde Bolivia a Europa. La coca boliviana se mezcla en Paraguay con precursores químicos ilegales en otros países. Después se oculta en camiones y contenedores de barco para ser transportada hasta África y Europa. Cabo Verde y Róterdam son los principales puertos de destino”, agregó Vargas.