La ministra de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Zully Rolón, al parecer se preocupa más del secretismo que de la honestidad de sus agentes. Un claro ejemplo de cómo funciona un ente donde no hay transparencia es el propio ex ministro Arnaldo Giuzzio, quien fue pillado en amistades con el narco y destituido a causa de ello.
Rolón compartió en sus redes sociales un comunicado de la Senad que pretende restringir a los medios de comunicación la publicación de posibles hechos de corrupción que involucran a agentes especiales y que denotan un llamativo crecimiento patrimonial no acorde a los salarios que perciben.
Asimismo, busca responsabilizar a periodistas de violentar leyes que acomodan a su conveniencia para frenar el derecho constitucional de informar. El comunicado institucional en cuestión hace una interpretación arbitraria de un artículo de la ley de agentes especiales para instar a no divulgar identidades y así evitar descubrir sospechosos de corrupción.
El comunicado surgió en respuesta a una pesquisa del equipo periodístico de La Nación Investiga, que se encuentra revelando una serie de informes sobre los lujos que ostentan algunos investigadores y analistas que forman parte de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Senad.
Fuentes antidrogas señalaban que la serie de revelaciones de La Nación Investiga ha generado un tenso ambiente dentro de la institución, y más aún dentro de la SIU, puesto que supuestamente la ministra ya había sido informada sobre las ostentaciones y lujos de varios investigadores y analistas de escuchas telefónicas, y ahora que se destapó la olla, surgen aún más los cuestionamientos internos hacia la administración.
REVELADOS
La Nación Investiga reveló cómo Carlos Chamorro Portillo y su esposa Natalia Berenicce Bareiro, ambos en SIU, con ingresos líquidos que hasta julio del 2022 no llegaban a los G. 7 millones, aparecieron recientemente en un vehículo de altísima gama 0 Km, adquirieron importantes propiedades, que incluso no aparecen en sus declaraciones juradas de bienes. Estas personas tuvieron un incremento patrimonial de 700%, ya que al ingresar a la Senad en el 2015 declararon activos de G. 65 millones, pero en la última declaración la pareja pasó a registrar bienes por G. 518 millones.
SEPA MÁS
A Ultranza Py y más casos
Lo único que hace la Senad en este caso es buscar frenar las publicaciones y defender a los agentes especiales sospechados al menos de un incremento excesivo de su patrimonio cuando sus salarios por sí solos no dan, y más aún teniendo en cuenta que esto se da luego de megainvestigaciones contra el crimen organizado que estuvieron plagadas de filtraciones como fue el caso de A Ultranza Py. Además, otro de los que también saltó con sospecha es el caso del director de Operativa Departamental, Abelino Valdez, que consignó en su última declaración jurada de agosto del 2022 propiedades que estaban y están a nombre de Chamorro.