La senadora Celeste Amarilla manifestó que retirará su firma del proyecto de agua para el Chaco, reconociendo que se debe netamente a cuestiones ideológicas y partidarias. Indicó que como el Gobierno estableció el proyecto como una política nacional, ella se opondrá al mismo.
“Creo que no se necesita de mi firma realmente. No quiero poner mi firma en un proyecto del que luego se van a embanderar otros sectores y van a presentar como una superobra del Gobierno para el Chaco”, argumentó la parlamentaria ante los medios de prensa.
Lejos de dar a conocer falencias del proyecto de ley o expresar debilidades del plan a realizar, Amarilla solo dejó entrever que preferiría asumir un rol opositor a cada propuesta o acompañamiento del Gobierno, aunque las iniciativas fueran verdaderamente productivas.
El proyecto de agua para el Chaco es una propuesta planteada por el senador Orlando Penner, con apoyo del Gobierno, tras una reunión técnica en la que se observó la necesidad de avanzar con un plan para resolver definitivamente la falta de agua en esa zona del país.
“El problema del Chaco es de hace mucho tiempo y me pareció solidario en su momento firmar a Penner, pero ahora ya no”, señaló la parlamentaria, en coincidencia con la reciente notificación del proyectista acerca de su salida como afiliado del Partido Patria Querida.
“Penner demostró no tener empatía con la oposición”, subrayó también la congresista, revelando que su repentina decisión al solicitar el retiro de su firma de la propuesta legislativa se debería exclusivamente a cuestiones políticas personales y no a un rechazo en torno al proyecto de ley.
De este modo, ante una aparente diferencia ideológica con Penner, a lo cual se sumaría también la posible incapacidad de Amarilla de trabajar en proyectos apoyados por el Gobierno, la senadora decide apartarse de un plan significativo, pese a reconocer las carencias históricas del Chaco.