El asesor político de la Presidencia, José Alberto Alderete, emitió un comunicado a través del cual niega las aseveraciones realizadas por el diputado Santiago Benítez. En el escrito, asegura no haber solicitado dinero al legislador y además enfatiza en que no tiene ningún tipo de vínculo con organizaciones criminales.
“Todas las afirmaciones del diputado Santiago Benítez aquí abordadas, absolutamente deleznables, falsas, irresponsables, maliciosas, fantasiosas y temerarias, y dado su carácter, no descartaré la realización de acciones judiciales en el ámbito civil y penal”, señala parte del comunicado.
“Niego categóricamente haber solicitado suma de dinero alguna al diputado Santiago Benítez, ni como aporte para campaña política ni en ningún otro. Niego categóricamente la afirmación del diputado nacional Santiago Benítez que me vincula con estructuras criminales, sea cuales fueran. Niego categóricamente los dichos del diputado nacional Santiago Benítez, al pretender endilgarme riesgos a su seguridad personal o la de su entorno inmediato”, asevera.
El comunicado fue dado a conocer a la opinión pública en la tarde del lunes. En el mismo, manifestó también que es consciente de que dada su vocación al servicio público, se expone a que su nombre sea mal utilizado y llevado a situaciones y escenarios donde otros busquen ganar notoriedad mediante expresiones que se alejan de la realidad.
“No tienen otro trasfondo que el de intentar ganar notoriedad a través de la falacia y la mentira, por parte de personas sin argumentos propios para construir liderazgo, o una trayectoria política atrayente para el electorado, o propias de campañas de desprestigio. Las afrentas al honor de las personas y los discursos de odio han sido la constante en practicantes políticos que carecen de propuestas para alcanzar lugares de preponderancia en espacios de poder”, enfatizó Alderete.
Asimismo, el asesor político lamentó que se recurra a la difusión de informaciones amarillistas, falsas y difamatorias, pero al mismo tiempo, mencionó que estos recursos nunca sirvieron para consolidar liderazgos sino que por el contrario, genera el desvanecimiento de quienes lo usan, sin excepción.