El presidente de la República, Santiago Peña, desarrolló ayer su jornada de Gobierno en la ciudad de Caacupé (Cordillera), donde 1.000 mujeres cocineras que forman parte del programa Hambre Cero en las Escuelas recibieron sus tarjetas de cobro. Con lo que se logra la formalización del empleo de muchas mujeres que son cabeza de hogar en los 18 distritos del departamento.
Durante el acto central, el jefe de Estado señaló que su sueño de hace un año comienza a hacerse realidad viendo a las mujeres cocineras esperando recibir sus tarjetas de pago. Aclarando que su sueño aún no se concretó plenamente, ya que aún hay mucho más que espera alcanzar.
“Hace un poco más de un año me imaginé la posibilidad de darle de comer a los niños, que no hay nada más noble que esto, pero también es cierto que un niño con hambre no aprende. Con el ministro de Educación (Luis Ramírez) queríamos mejorar la educación de los alumnos. Pero también necesitábamos que nuestros campesinos, la familia que trabaja la tierra, tenga mercados y puedan vender sus productos”, expresó.
Peña recordó que con el ministro de Agricultura y Ganadería (Carlos Giménez) soñaban en un programa que pudiera asegurar los mercados para los productores. Igualmente, buscaron con la ministra de Trabajo la forma de generar empleos en el país, trabajo digno, pero sobre todo a las mujeres.
“Porque las mujeres fueron las que más sufrieron durante la pandemia, ya que fueron las que más perdieron empleo en ese tiempo, eso nos dicen las estadísticas, no es que me contaron. Entonces, comenzamos a pensar cómo ayudar a las mujeres, porque ayudarlas a ellas con un trabajo digno es ayudar a las familias, ya que en muchos hogares ella es la jefa de la familia”, indicó.
EL SUEÑO DE UN PARAGUAY MEJOR
El jefe de Estado recordó que fue en Caacupé donde comenzó a soñar en volver a postularse a la Presidencia de la República. Indicó que desde entonces, muchos amigos le acompañaron en este sueño.
“Solamente me muevo con el sueño de ver un Paraguay mejor, más sano, más justo, más desarrollado, ese es mi sueño. A lo largo de estos casi 2 años, mucha gente se ha sumado a este sueño; pese a que hay gente que no cree en estos sueños, y busca impedir esos sueños diciendo que somos unos locos, mentirosos, y esa gente quiere que no hagamos nada. Pero nosotros continuamos soñando y trabajando para que ese sueño se haga realidad”, enfatizó.
REDUCCIÓN DE POBREZA
En otro momento de su alocución indicó que días atrás se hizo un importante anuncio sobre la reducción de la pobreza y la pobreza extrema durante su gobierno, gracias a la implementación de los programas sociales que son parte de su política de Estado, como Hambre Cero en las Escuelas, Tekoporã Mbarete y la universalización de la Pensión de Adultos Mayores.
“En el año 2024, los que más lograron aumentar sus ingresos fueron las familias más pobres del Paraguay, gracias a estos programas sociales. Entonces, los sueños se hacen realidad cuando se trabaja con honestidad y determinación. Esto es lo que yo les ofrezco al pueblo paraguayo, seguir trabajando incansablemente subiendo la montaña y llevando cada vez a más paraguayos, principalmente a los más humildes, para que puedan mejorar su calidad de vida”, enfatizó.
HAMBRE CERO LLEGA A ISLA BANCO’I
A su turno, Gissella Noemí Cano Cabrera, una de las cocineras, hizo uso de la palabra en representación de las colaboradoras del programa Hambre Cero, agradeciendo en primer lugar porque antes de este programa no habían tenido un trabajo seguro, ni oportunidad en sus respectivos lugares de residencia. Indicó que ella es del distrito de Arroyos y Esteros, mencionó que su casa está a 17 kilómetros del centro de su ciudad.
“Ahí no teníamos trabajos para las mujeres, ahora tenemos esta oportunidad y desde el fondo de mi corazón agradezco. Existe una isla sobre Río Paraguay, que se llama Isla Banco’i, situada a 47 km del casco urbano del distrito de Arroyos y Esteros, que tiene su escuela, y todos los niños de ahí reciben el programa. Antes de eso teníamos que ir a Asunción para trabajar, dejando a nuestros hijos, dejando a nuestras familias”, comentó.
CAMBIO EN CALIDAD DE VIDA
Remarcó que ahora con el programa Hambre Cero están volviendo a trabajar en sus comunidades, y les está cambiando la vida, además de contar con seguro social del Instituto de Previsión Social, que no tenían antes.
“Ahora venimos a retirar nuestras tarjetas, y estamos muy felices. Nuestros hijos están recibiendo un buen alimento todos los días, nosotros en nuestras casas antes cocinábamos lo que teníamos a mano, algún sevo’i, un tomate fritábamos y eso dábamos de comer a nuestros hijos. Ahora reciben comida de lujo. Mientras tengamos este presidente, podemos seguir teniendo hijos, comentamos con sus compañeras”, expresó.