Plastic Hearts de Miley Cyrus se lanzó oficialmente el pasado 27 de noviembre, tras un año complicado para la ex Hannah Montana, quien no pudo continuar grabando sus proyectos musicales durante un tiempo debido a una operación que se hizo en las cuerdas vocales, consecuencia de un uso excesivo de su garganta tanto para cantar como para hablar.
Tras su recuperación, volvió al ruedo en agosto de este año al estrenar su canción Midnight Sky, la cual fue superada por una versión de la misma, titulada Edge of Midnight, en que la cantante comparte dueto con nada más y nada menos que Stevie Nicks. La colaboración es una de las tantas que incluye Miley en este álbum que, en parte, es un homenaje a sus íconos femeninos de la música. Eso explica también su featuring con Joan Jett.
Con una estética glam-rock, Plastic Hearts hace un recorrido por sonidos new wave que no terminan de alejarse del todo de lo contemporáneo, como sucede en Prisioner, donde la hija de Billy Ray Cyrus y la estrella del pop, Dua Lipa, evidencian que son artistas coetáneas.
En este disco, el pop de Miley Cyrus es más directo y rebelde, en definitiva más rockero, y aunque hay canciones que evocan su pasado infanto-juvenil, su voz grave, casi ronca, la despide de esa etapa y la ubica sobre otro terreno, lo que permite comprobar una vez más que puede moverse sobre cualquier tipo de suelo.