La respuesta más fácil y corta es porque es deliciosa. Pero, según este artículo del diario español El Confidencial, la ciencia se ha ocupado de exponer evidencias tangibles sobre nuestra preferencia por este producto estrella de la gastronomía italiana.

Masa, salsa de tomate y abundante queso, ¿quién podría resistirse a estos ingredientes? La pizza ha conquistado el paladar de los comensales no solo por su fórmula de sabor, sino también porque es un plato que invita al compartir en grupo.

Si bien este valor social es una de los motivos de su popularidad, no es el único que la hace irresistible. A continuación, te contamos con evidencia científica porqué nos gusta tanto:

Es un nuevo sabor

A simple vista, o en todo caso “a simple bocado”, la pizza puede ser percibida dentro de la categoría “salado”, frente a los otros sabores que reconoce el paladar (dulce, amargo y ácido). Sin embargo, la aparición de un nuevo y quinto sabor llamado “umami” cambia la historia. Este término, descubierto por el científico Kikunae Ikeda de la Universidad Imperial de Tokio, significa “sabroso” en la lengua kanji de Japón y hace referencia a esa “sabrosura” que aporta un alimento que no puede ser comparada con los sabores ya estipulados.

La revista científica especializada en sabores Chemical Senses también hizo referencia a “un nuevo sabor”, incorporando el término “almidonado” para describir a las características sobresalientes de los alimentos ricos en almidón. Uno de ellos: la pizza.

Nos hace felices

La comida nos da placer. Nadie puede decir lo contrario, al menos no después de que hasta un estudio realizado en la Universidad de Michigan haya comprobado que los alimentos que contienen grandes dosis de grasas saturadas y carbohidratos nos satisfacen instantáneamente y producen dopamina, hormona del placer.

El queso es el secreto

Un estudio publicado en el Jornal of European Safety Authority descubrió que cuando digerimos la caseína - proteína presente en todos los lácteos (y por supuesto, en el queso) - se liberan casomorfinas que estimulan la adicción a este alimento.

Aunque es un plato delicioso, es importante recordar que se trata de un producto que no aporta muchos nutrientes a nuestro organismo, por lo tanto hay que consumirlo de forma equilibrada.



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