Lograr un espacio en la casa en donde los niños estudien, se concentren y disfruten del aprendizaje hoy día ya no es un lujo, es una necesidad. A la hora de crear este lugar se deben tener en cuenta ciertos detalles básicos que te contamos a continuación.
Por: Nora Vega / @noriveg
1. Elegir el lugar perfecto
El sitio en donde se encuentre el área de estudio es clave y esto dependerá de la disponibilidad de los metros cuadrados del hogar. En lo posible debería ser un espacio independiente en donde se escuche la menor cantidad de ruido posible (externos y los propios de la casa) para evitar que los chicos pierdan la concentración. Lo principal es sacar el máximo provecho a las horas de estudio.
2. Delimitar el espacio
En caso de que el escritorio tenga que estar en la habitación es necesario que se delimiten los espacios. La buena elección de los muebles y los colores son elementales. Es importante que cada área se asocie a una actividad. El área de trabajo debe estar preparado y diferenciado del área de descanso. Y ¡atención!, siempre hay que dejar una zona para que los niños se puedan expresarse libremente.
3. Lo esencial
Sillas cómodas (que cuiden la espalda, permitan una postura adecuada y sean capaces de ofrecer un apoyo corporal estable) y un buen escritorio (con capacidad para todos los elementos que se necesitarán) son elementos imprescindibles y lo primero que hay que comprar. Hay que tener en cuenta que tanto la silla como el escritorio se deben adaptar al tamaño y la altura del niño.
4. El mobiliario
Los muebles modulares y las estanterías adosadas son buenos recursos siempre, más aún cuando hay poco espacio. Es allí donde se debe aprovechar todos los rincones. Una pizarra y una banqueta nunca estarán de más. La elección del mobiliario dependerá del gusto y la personalidad de cada persona. El estilo nórdico, el estilo industrial y el minimalista son tendencia.
5. Eficacia y funcionalidad
La mayor parte de los elementos deben estar al alcance de los niños para lograr su propia autonomía, inclusive si los enchufes están a su altura mejor (claro, en el caso de niños más grandes). Para los más pequeños la funcionalidad del espacio es fundamental. Tener estanterías y armarios que estén a su altura es básico para que puedan participar en la organización de su propio sitio.
6. Buena iluminación
De ser posible el espacio debe tener iluminación y ventilación natural; éstos son elementos fundamentales para optimizar la productividad. Lo mejor es instalar el escritorio cerca de una ventana. Además se debe colocar iluminación artificial fría para evitar sombras. Se debe evitar la luz cálida. Los lugares oscuros tampoco son una buena opción.
7. Mantener el orden
El lugar debe estar siempre limpio y ordenado, no sobrecargado. El desorden puede provocar distracciones innecesarias. No hay que olvidar tener un basurero siempre a mano, también varios tipos de organizadores para mantener la mayor cantidad de artículos clasificados. Se aconseja tener delante solo lo que se necesita en ese momento.
8. ¡A incentivar la creatividad!
Los niños y adolescentes deben desarrollar su propia decoración. Las fotografías, dibujos y otros detalles que sean de su agrado tienen que formar parte de la ambientación. Un tablero ofrece un montón de posibilidades a la hora de exponer elementos de interés y de personalizar el espacio. Después de todo, ellos deben sentir que están en su territorio y cuánto más les guste este sitio más cómodos estarán y más divertido será aprender.