Conocida más comúnmente como las “hormonas de la felicidad”, las endorfinas son péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores, son producidas por el hipotálamo y la glándula hipófisis.
Es decir, son hormonas que actúan como un potente analgésico y estimulan los centros de placer generando sensación de alegría, gozo, satisfacción y bienestar. Existen de forma sintética pero, ¿sabías que el cuerpo tiene la capacidad natural de crearlas?
A diario realizamos muchas acciones que estimulan al cerebro a que lance estas endorfinas, por ejemplo, cuando hacemos ejercicio, olemos nuestro perfume favorito, bailamos una canción que nos gusta e incluso, abrazando a nuestra mascota.
Además de las funciones físicas, esta hormona es fundamental para regular el estado de ánimo. Una persona que no la produce tiende a estar triste, sufrir de ansiedad y depresión. También retrasa el envejecimiento, reduce la presión sanguínea y refuerza el sistema inmune.
¿Qué podemos hacer para que nuestro cerebro las libere a diario?
Toda actividad que estimule nuestros sentidos ayudará a que nuestro organismo segregue esta sustancia, haciendo que el sistema nervioso reaccione y cumpla con su función.
La más nombrada es el ejercicio, siempre y cuando se adapte a nuestra condición física. Hacer una actividad que nos guste nos dejará relajados y contentos.
La actividad sexual es un cóctel de dopamina, oxitocina y endorfinas, ya que con el orgasmo se liberan esas hormonas que son muy beneficiosas para el cuerpo generando felicidad y placer.
Una dieta balanceada te permite gozar de una buena salud, si a esto le sumamos un poco de picante, alimentos ricos en Omega 3, vitamina B y Zinc, presente en proteínas, frutas, legumbres y cacao; tu dosis diaria de endorfinas estará garantizada.
Los humanos somos seres sociales, mantener vínculos con familiares y amigos es muy importante. Juntarse a compartir y reír hasta que el estómago duela, abrazar y hacer actividades grupales, ayudará a mantener un buen estado de ánimo.