Para sentir sus efectos no es necesario tomar como “si no hubiera un mañana”, la resaca afecta a la mayoría de las personas por los efectos que produce el alcohol en el organismo. Hay personas que lo sienten peor que otras, pero cualquiera sea el caso, te contamos como despedirte de las molestias.
Conocida como “resaca” o “veisalgia”, se produce posterior al consumo de alcohol ya que se trata de una combinación de síntomas muy desagradables que afecta a todo el cuerpo. El organismo se “intoxica” de esa sustancia y el principal síntoma lo padece el cerebro: la deshidratación.
Beber en exceso puede ser muy perjudicial para la salud, ya que afecta al:
-El estómago: Aumenta el ácido que irrita la mucosa que recubre el estómago, esto causa dolor abdominal, diarrea, vómitos, náuseas y reflujo gastroesofágico.
-El corazón: Aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco, a largo plazo esto podría causar un accidente cerebrovascular.
-El sistema inmune: Desencadena una respuesta inflamatoria que produce problemas de memoria, concentración e inapetencia.
-El sistema nervioso: Genera en las personas una fase de desinhibición y euforia, alteraciones de la perspectiva, mareos, falta de sensibilidad al dolor, mareos y confusión.
-El hígado: Puede causar enfermedades agudas y crónicas como la pancreatitis, el hígado graso o cirrosis.
¿Cómo prevenirla?
La única manera de prevenir la resaca y los efectos negativos del alcohol en nuestro cuerpo es beber con moderación y despacio. Es importante comer algo antes de tomar así el cuerpo no sintetiza tan rápido la bebida alcohólica, las mejores opciones son los hidratos de carbono y las proteínas ya que ralentizan la absorción de esta sustancia.
Evitá fumar. La nicotina y el alcohol son pésima combinación, aumentan el riesgo de tener resaca y ambos liberan algunos neurotransmisores que estimulan esta respuesta corporal.
¿Cómo transitarla?
A algunas personas se le va más rápido que a otras, pero lo cierto es que hay ciertas cosas que ayudará a que desaparezca más rápido:
Alimentate: Los hidratos de carbono y los alimentos ricos en glucosa ayudarán a palear la hipoglucemia que produce esta sustancia. Elige frutas, alimentos integrales y legumbres.
Consume vitamina B12, está presente en los huevos, carnes magras y pescados.
Hidratate. Al menos dos litros de agua y aparte bebidas isotónicas, infusiones, así como los caldos con vitaminas y minerales, contribuirán a reponer las sales y minerales perdidas.
Remedios naturales para implementar:
Tradicionalmente se usa en diferentes regiones las plantas que tienen mayor acción digestiva y que actúan como tónico estomacal, por ejemplo: la manzanilla, el poleo o la menta. Incluso en algunos rincones del mundo se conoce al poleo como “la hierba de los borrachos”.
Según BMJ Nutrition Prevention & Health en 2019, algunas plantas han demostrado tener un mecanismos de acción beneficioso para eliminar la resaca. Los componentes de algunas pueden disminuir los niveles de alcohol en la sangre o reducir su toxicidad ya que aumenta la actividad de las enzimas ADH y ALDH, que son las implicadas en el metabolismo del alcohol en el cuerpo.
El fenogreco y sus polifenoles, el mango con sus polifenoles de la pulpa y la cáscara, el espárrago y sus flavonoides, las flavonas y fenoles de la tuna parecen reducir los síntomas relacionados con la resaca, inhibiendo la secreción de moléculas inflamatorias.
Los extractos de jengibre tienen propiedades antioxidantes, efectos hepatoprotectores. Además, tiene efecto antinauseoso, muy útil contra las náuseas de la resaca.
El kuratu tiene efectos digestivos, masticar sus hojas o beber una infusión de su semilla ayudará al estómago, al proceso digestivo y a las náuseas.
Otra de las plantas que también tienen mucha fama para el alivio de la resaca es el jaguarete ka’a. Puede ser muy útil para aliviar los síntomas ya que, de sus principales componentes, la silimarina tiene acción desintoxicante sobre las células del hígado. Impide la penetración de los agentes hepatotóxicos dentro de las células hepáticas y estimula la capacidad de regeneración del tejido del hígado.