La papiroflexia es un conjunto de técnicas que permite realizar diferentes figuras en papel a través de pliegues, sin cortes ni pegamento. Durante los últimos años se popularizó mucho porque ayuda a reducir el estrés, pero lo cierto es que tiene muchos beneficios para los niños.
El origami es procedente de Asia y literalmente significa “doblar papel”. Las primeras figuras se remontan al periodo Hein (794-1185) en China y en el siglo VI esta práctica llegó a Japón a través de los monjes. Al principio se trataba de un pasatiempo que solo los nobles y ricos podían tener, pero con el paso de los años eso fue cambiando.
Si bien esta práctica te puede parecer nueva, la realidad es que no es ajena para muchas de nosotras, especialmente si alguna vez hicimos barquitos de papel o aviones. De eso se trata, de formar figuras. Muchas personas realizan esta actividad porque les ayuda en la concentración, a relajarse y a desarrollar la paciencia. Y así como beneficia a los adultos, tiene muchas más ventajas para los niños.
Los beneficios para los niños
Para empezar, les ayuda a potenciar la imaginación, la creatividad y la expresión artística. A través del papel pueden crear sus propios diseños, les ayuda a visualizar aquello que quieren plasmar y a ponerse “manos a la obra”.
Como la actividad requiere de observación y tiempo, les refuerza la paciencia y la constancia. El desafío de crear una figura diferente los sumergirá en un momento de mucha concentración alejando la hiperactividad y los pensamientos estresantes, también los mantendrá lejos de los objetos digitales.
También activa y estimula la memoria. Cuando el niño o niña aprende a realizar una figura retiene el paso a paso de los pliegues que tiene que hacer para volver a repetirla en otro papel, esto también favorece a que desarrolle destreza visual y manual para manipular el material.
Por inercia aprenden de matemáticas, ya que para crear las formas se usan patrones geométricos, combinación de ángulos, rectas y formas. Conviriténdose en una manera divertida de enseñarles arte y ciencia. Para finalizar, lo más gratificante es que les refuerza el autoestima, ya que al lograr materializar lo que estaban imaginando se sienten satisfechos y con ganas de seguir creando.