Acostarse en una cama confortable es ideal para tener un descanso reparador y recargar energías. Está comprobado que los aromas pueden ser terapéuticos y unas sábanas aromatizadas pueden tener efectos muy positivos en el descanso.
En ocasiones, sucede que después de un día muy agitado, y aunque la persona esté muy agotada, no se logre conciliar el sueño. Ahí es cuando ambientar la habitación y aromatizar la ropa de cama puede ayudar a revertir esa situación.
Los olores agradables van asociados a recuerdos y situaciones, por ejemplo: el olor distintivo del café matutino. Que incluso antes de beberlo, nos ayuda a despertar porque nuestro cerebro vincula ese olor con el inicio de la jornada, lo mismo ocurre con nuestra comida favorita, sentir su aroma puede despertarnos el apetito.
De la misma manera, si perfumamos la cama con una bruma agradable y mantenemos el hábito, nuestro cuerpo lo asociará con las horas de descanso. Tu perfume favorito puede ser una gran opción para implementar esta práctica, pero también se debe tener en cuenta que hay aromas idóneos para relajar el cuerpo y la mente.
Jazmín
Esta planta trepadora se distingue por su belleza y exquisito aroma. En aromaterapia se usa para calmar la ansiedad y las crisis nerviosas, también es eficaz para relajar la mente y combatir el insomnio.
Lavanda
Famosa por su utilidad para combatir el estrés, la ansiedad, la depresión y los cambios de humor. Su olor tiene un efecto calmante y relajante que ayuda a sentir bienestar y tranquilidad, pero también a conciliar el sueño.
Vainilla
Esta planta trepadora y de flores amarillas se usa en gastronomía, cosmética, y aromaterapia. Su notas balsámicas brindan sensación de relajación y paz interior, especialmente después de periodos de estrés emocional, lo cual es ideal después de un día agitado.
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Este error al trasplantar hace que las plantas mueran
- Madrid. Europa Press.
Trasplantar una planta puede parecer una tarea sencilla, pero el más mínimo error puede debilitarla e incluso poner en riesgo su supervivencia. Aunque muchas personas optan por realizar esta tarea en primavera, los expertos en jardinería coinciden en que febrero y marzo son los meses ideales para hacerlo. Sin embargo, advierten de un error común que muchos cometen después del trasplante y que puede hacer la planta muera.
Según el experto en plantas Ángel Illescas Nombela, aunque el trasplante puede realizarse en cualquier época del año, los meses de setiembre y octubre (equivalente a la primavera europea) son los más recomendables. “Le vamos a ganar tiempo a la planta en el enraizamiento”, explica en un vídeo compartido en TikTok, señalando que, cuando llegue la primavera, la planta ya estará bien asentada en su nuevo sustrato y podrá crecer con mayor vigor.
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El especialista detalla dos métodos para realizar el trasplante. Si se quiere cambiar una planta de una maceta pequeña a otra más grande, el procedimiento puede realizarse en cualquier momento del año.
Sin embargo, si el objetivo es mantener la misma maceta y renovar completamente el sustrato, es fundamental hacerlo antes de la llegada de la primavera. “Cuando vamos a destruir mucha tierra y mucha raíz hay que hacerlo en febrero”, destaca Illescas Nombela.
Para ello, recomienda retirar las malas hierbas, eliminar parte del sustrato viejo y cortar ligeramente las raíces para estimular su crecimiento. Posteriormente, se debe añadir tierra nueva y asegurarse de que la planta tenga un buen sustrato para nutrirse adecuadamente.
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El trasplante
Una vez realizada la tarea, el riego es un punto clave, y es aquí donde muchos se equivocan. Álvaro Pedrera, conocido en redes sociales como @ypikue, advierte que regar en exceso tras el trasplante puede ser perjudicial. “Si después de trasplantarse te ponen mal las plantas, estás cometiendo un error”, señala en su vídeo.
El problema surge porque cada sustrato tiene una capacidad de retención de agua diferente. Si el nuevo sustrato retiene más humedad que el anterior y se riega como siempre, las raíces pueden estar expuestas a un exceso de agua, provocando que las hojas se tornen amarillas y la planta enferme. Para evitarlo, Pedrera recomienda regar con moderación tras el trasplante. “Riega, pero no empapes la planta. Mejor ve poco a poco y riega como si quisieras llenar un cuarto del volumen de la maceta. Después, quita el exceso de agua”, aconseja.
Cómo cuidar la planta
Para garantizar que la planta se adapte correctamente a su nueva maceta, los expertos sugieren seguir estos consejos:
Elegir el momento adecuado: agosto y setiembre son los mejores meses para realizar el trasplante y favorecer el crecimiento de las raíces antes de la llegada de la primavera.
Renovar el sustrato: es fundamental utilizar un sustrato de calidad que proporcione los nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta.
No excederse con el riego: regar con moderación tras el trasplante para evitar que el sustrato retenga demasiada agua.
Ubicación y temperatura: colocar la planta en un lugar adecuado según sus necesidades de luz y temperatura para favorecer su adaptación.
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Carnicero revela cómo evitar que la carne suelte agua al cocinarse
- Madrid. Europa Press.
Cocinar un filete a la plancha y ver cómo empieza a soltar agua es un problema habitual en muchas cocinas. Esto suele generar la idea de que la carne es de mala calidad o ha sido inyectada con agua, pero, según los expertos, hay otros factores que explican este fenómeno.
En este sentido, Alberto Salto, carnicero con más de 32 años de experiencia y conocido en TikTok como @el_as_carnicero, ha explicado en un vídeo los principales motivos por los que la carne libera jugos al cocinarse y qué se puede hacer para evitarlo.
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Por qué suelta agua
Según Salto, hay tres razones principales que explican por qué la carne suelta agua en la sartén o la plancha:
Carne demasiado fría: pasar la carne directamente de la nevera a la plancha provoca un cambio brusco de temperatura que hace que los jugos se liberen. Solución: “atempera la carne, déjala al menos 30 minutos fuera de la nevera antes de cocinarla”, recomienda el experto.
Plancha poco caliente: un error común es cocinar la carne en una plancha que no ha alcanzado la temperatura adecuada. “Si la plancha no está bien caliente, en vez de sellarse, la carne se cuece y pierde sus jugos”, advierte Salto. Para evitarlo, aconseja asegurarse de que la superficie esté bien caliente antes de colocar el filete.
Exceso de humedad en la superficie: la carne suele retener humedad, sobre todo cuando se saca del envase o del papel en el que ha sido envuelta. Según el carnicero, “si está mojada, al ponerla en la plancha, lo primero que hará es liberar ese líquido”. Para evitarlo, recomienda secar la pieza con papel de cocina antes de cocinarla.
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El sellado rápido
Más allá de estos factores, Salto comparte un consejo clave que aplican los expertos en cocina: sellar la pieza rápidamente para mantener los jugos en su interior. “El tip de un buen profesional y un buen carnicero es un buen sellado rápido”, asegura.
Esto se logra cocinando la carne a fuego alto durante unos segundos por cada lado, creando una costra que impide que los jugos se escapen. De esta manera, se consigue un filete más jugoso y sabroso.
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Cómo cortar un sándwich para repartir mayor cantidad
- Madrid. Europa Press.
A la hora de repartir un sándwich, especialmente entre hermanos o amigos, surge un dilema que ha dado pie a más de un debate en redes sociales: ¿es mejor cortarlo en diagonal o en vertical para obtener una mayor cantidad? Aunque la lógica dice que el resultado debería ser el mismo, la percepción visual puede llevar a pensar lo contrario, generando dudas sobre cuál es la mejor opción.
Este es precisamente el planteamiento que ha analizado Laura, una profesora de matemáticas de secundaria, en un vídeo en TikTok (@laurimathteacher), en el que desglosa con rigor matemático si existe realmente una forma que permita obtener más cantidad al partir un sándwich o si, en realidad, todo es una cuestión de perspectiva.
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¿Un corte vertical o diagonal?
Para demostrar matemáticamente si el corte influye en la cantidad de sándwich repartida, la profesora utiliza un modelo geométrico basado en un cuadrado. Explica que, si el sándwich tiene forma cuadrada, todos sus lados serán iguales y los denomina como “A”. A partir de ahí, calcula las áreas resultantes según la forma del corte.
Si el sándwich se corta en diagonal, el resultado son dos triángulos. La fórmula para calcular el área de un triángulo es (base X altura) / 2. En este caso, la base y la altura coinciden con los lados del cuadrado, es decir, “A”. Aplicando la fórmula, el área de cada triángulo es (A X A) / 2, lo que equivale a A (cuadrado) / 2.
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Por otro lado, si el sándwich se corta en vertical, se obtienen dos rectángulos. En este caso, la base sigue siendo “A”, pero la altura es la mitad del cuadrado, es decir, A/2. Aplicando la fórmula del área de un rectángulo (base X altura), el cálculo sería A X (A/2) = A (cuadrado) / 2.
Al comparar ambos resultados, la profesora concluye que, independientemente de cómo se corte, la cantidad de sándwich repartida es exactamente la misma. “Así que da igual cómo lo cortes”, afirma, aunque reconoce que, en lo personal, prefiere hacerlo en diagonal.
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¿Cada cuánto se deben lavar los platos de las mascotas?
- Madrid. Europa Press.
Las mascotas suelen tener su propio cuenco tanto para la comida como para el agua. Sin embargo, en muchos casos, sobre todo cuando consumen pienso seco, sus dueños apenas prestan atención a la limpieza de estos recipientes. Lo que muchos desconocen es que, al igual que los platos de los humanos, estos platos acumulan microorganismos que pueden representar un riesgo tanto para los animales como para las personas.
En sintonía con esta idea, un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) analizó los hábitos de limpieza de los dueños de mascotas. En el estudio, que incluyó a 417 personas, los participantes fueron divididos en tres grupos: el primero siguió las recomendaciones de la FDA para lavar los platos de sus mascotas; el segundo aplicó las mismas normas de higiene utilizadas para la vajilla humana; y el tercero continuó con su rutina habitual.
Los resultados mostraron que los dos primeros grupos lograron eliminar al menos el 99 % de las bacterias presentes en los recipientes, mientras que en el tercer grupo los niveles de contaminación se mantuvieron elevados.
El ingeniero bioquímico especializado en alimentos y divulgador científico Rafa Carbajal ha explicado en un vídeo de Instagram que, según un informe del Departamento de Salud de Canadá, los recipientes de comida y agua de las mascotas deben lavarse al menos cada ocho días. No hacerlo con esta frecuencia aumenta el riesgo de que los animales, e incluso sus dueños, se expongan a microorganismos dañinos.
Sin embargo, los expertos recomiendan una limpieza aún más frecuente, sobre todo en el caso de los bebederos, ya que el agua estancada puede favorecer la proliferación de bacterias.
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¿Cómo lavar correctamente?
Según la FDA, los recipientes deben lavarse de la misma forma que los platos de los humanos. Carbajal detalla los pasos clave para una limpieza adecuada:
1. Antes de servir la comida: es recomendable lavarse las manos y evitar usar el mismo plato de la mascota para sacar el pienso del envase. Se sugiere emplear un envase exclusivo o verter el alimento directamente desde la bolsa.
2. Después de cada comida: retirar los restos de comida y lavar el recipiente en el área designada para ello. Se debe utilizar una esponja o cepillo exclusivo para este propósito.
3. Uso de agua caliente: de preferencia, se recomienda lavar con agua a unos 70°C para una desinfección más efectiva.
4. Secado adecuado: tras el lavado, el cuenco debe secarse con una toalla limpia para evitar la acumulación de humedad y bacterias.
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Evitar este riesgo
Uno de los errores más comunes es limpiar los platos de las mascotas en la misma área donde se lavan los utensilios de los humanos. Carbajal advierte que esto puede provocar una contaminación cruzada, ya que los restos de comida y bacterias presentes en los recipientes de los animales pueden transferirse a los platos y cubiertos de las personas. Para evitar este riesgo, se recomienda designar un espacio exclusivo para la limpieza de los cuencos de las mascotas y utilizar utensilios de limpieza separados.
Además del lavado habitual, el experto sugiere aplicar un desinfectante diseñado específicamente para mascotas. Estos productos, elaborados con ingredientes no agresivos, ayudan a mantener la seguridad de los animales y previenen los malos olores. En caso de no poder lavar el cuenco en algún momento, Carbajal recomienda retirar los restos de comida y rociar un desinfectante especial para minimizar la proliferación de bacterias hasta la siguiente limpieza.